10 de octubre de 2011

Simone Weil, La gravedad y la gracia (III)

(*)


¿Por qué desde el momento en que un ser humano testimonia poca o mucha necesidad de otro, éste se aleja? Gravedad.


(...) Actitud de súplica: necesariamente debo dirigirme hacia algo que no sea yo misma, puesto que se trata de liberarme de mí misma.





Simone Weil 
(París, Francia, 1909 - Kent, Inglaterra, 1943)
La gravedad y la gracia, Madrid, Trotta, 1988
Traducción de Carlos Ortega
para leer + en EMMA GUNST

9 comentarios:

çç dijo...

...un ju-ego

Darío dijo...

Liberarse de sí, y de todo.

En mi propia tinta dijo...

Qué triste, es así
y las imágenes .....ay
beso Emma

el maquinista ciego dijo...

Qué bien explicada la fuerza de la gravedad humana..........qué 'sometibles' somos...sobre todo a nuestras propias súplicas e intentos de autoliberación (casi siempre a través de otros, por eso casi siempre tan ridículos...)

Un abrazo!

vera eikon dijo...

Y cuando dos cuerpos chocan ¿a qué se debe?. Liberarse del yo en el otro....

Leo Mercado dijo...

La gravedad a veces consiste en ser atraído por el centro del mundo, que es el otro.
Entonces tiendo a pensar que es sólo una cuestión de perspectiva.

Edmundo dijo...

Liberarse para intentar conjurar el dolor.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Me gusta, me gusta, ¡me gusta!
Un besazo, Emma guapa.

Carmela dijo...

Hermoso
Un beso

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