20 de julio de 2011

Gloria Bosch, Nocturno



Fotografía de Marcus Ohlsson (Tatyana Usova)


NOCTURNO

“Y una vez que el silencio te haya hablado,
concede la victoria a tus sentidos”
Rainer María Rilke

Esta noche salí huyendo hacia la calle
porque se ocultaron las palabras
se apagaron una a una las velas
se derramó el perfume
se cayeron las paredes de la casa.
Las sábanas se arrugaron de imprevisto
la televisión me produjo una erupción
el sofá me recordó un nicho de espuma
y mis zapatillas, dos anclas en el sintasol.
Esta noche las cortinas susurraban no vendrá
y el reloj avanzaba en dirección contraria.
Mi agenda, llena de nombres y posibilidades
era una simple guía de páginas amarillas.

Desde mi rincón, el pasillo simulaba un campo de golf
el armario, una cueva de ladrones
el cenicero donde apagas tus cigarros
un pozo sin fondo
y tu ropa, colgada en el perchero
el espejo de mi dolor.
Esta noche la planta seca del comedor
se burló de mis lágrimas con cierta envidia
y los libros de autoayuda se dirigieron a la fuga
junto a mis propósitos de enmienda.

Pero a pesar de que al regreso
me abrazó con sus garras la tristeza
quiero formular un ardiente deseo.
Que las luces me iluminen de repente
como un buen presagio
que el teléfono se descuelgue
que la radio emita por las ondas que me quieres
porque está oscuro el laberinto
y mi cabeza es un ovillo enredado
y el sueño no me vence.
¿Dónde encontrar el hilo que me lleve a la salida?
¿Cómo descifrar la clave
para amar sin condiciones, sin expectativas?
Esta noche sé que no vendrás
y las preguntas yacerán en la alfombra, dispersas
pero no podré alcanzar a recogerlas
hasta que la puerta se abra de golpe
y aparezcas.
Esta noche sólo tuve fuerzas
para arrancar de mi alma un poema.




Gloria Bosch 
(Barcelona, España, 1959)
de Una palabra tuya bastará para sanarme
Ediciones Carena, 2003
para leer MÁS
su BLOG
(agradezco al Director de Ediciones Carena, José Membrive,
la autorización para publicar el poema)


14 comentarios:

Aka dijo...

La terrible incertidumbre de la espera. Me caía la casa encima a medida que iba leyendo! La soledad es un ente maleable, expansible, que se concentra de manera insoportable en los espacios cerrados y se diluye en los espacios abiertos.
Emma tu también debes ser un ente de otra naturaleza, porque no descansas nunca!! ¿qué hora es en Argentina?¿Cuál es el secreto?
besos

EG dijo...

05:35 h

pero lo había dejado programado, de todas maneras me levanto muy temprano, costumbres..., para hacer todo lo que quiero antes de irme a trabajar. Sí, aunque no lo crean, trabajo!!!

Un abrazo y muy buen día Aka.

çç dijo...

Bendito epígrafe. Y si la noche es corta porque mi cabeza giró demasiado será por ese auxilencio en el que me encuentro a mí y trataba de atar una ausencia.

Darío dijo...

Y qué poema pariste, querida. No vendrá, pero bienaventurados los que escriben un poema de esta altura, porque de ellos es el reino de la locura.

Darío dijo...

La casa era su tumba. Pero los muertos no pueden escapar de su tumba. Bueno, eso es al menos lo que pensamos los vivos que quedamos antes de estar muertos.
Hay que expulsar de esta forma todo lo que nos desgarra, lo que nos pudre por dentro. Para eso está el poema. Pero no morirse antes de tiempo.

José Antonio Fernández dijo...

Un poema triste. Es triste esa espera y más sabiendo que es gratuita.
Un abrazo, Emma!

Errata y errata dijo...

Debo ser una exagerada pero tengo la sensación de que no hay forma de escribir un poema así si no es a lágrima viva...
Exxxtraordinario. Me he rendido.
Me lo guardo para mi colección.

Errata y errata dijo...

Tengo un grave problema con tu blog: me distrae.
Estaba haciendo yo las tareas de la casa, cosas aparentemente importantes para el bienestar familiar, cuando pasé al lado de la computadora y vi una nueva entrada tuya (oh! sorpresa!). Leí este poema y me quedé "colgada en las alturas". Ahora ya no puedo seguir haciendo lo que estaba haciendo. ¿Cómo es posible ocuparse de doblar la ropa tras un poema tan...así?

vera eikon dijo...

Un poema increíble. La espera es paridora de miedos. Es un tiempo florecido de fantasmas, y de crujidos inexplicables. Y muy difícil controlar nuestra imaginación mientras esperamos. La incertidumbre derrumba casas. En mi caso cada tarde, dos niñas en un banco, porque su padre no las ha venido a buscar (esta fue mi espera durante muchos años. Y creo que ahí está el origen de mis terrores en las esperas que luego se sucedieron). De verdad, magnífico poema. Beso

Errata y errata dijo...

Ultimamente estoy sumamente densa y creo que me tomo unas vacaciones de blogósfera, pero no lo voy a hacer sin comentar el comentario de Vera, aunque me tiren con tomates. Puedo sólo imaginarme una espera tan difícil como la que nombras y es la otra cara de la misma moneda: una madre o un padre aguardando a su hijo...Por motivos obvios agregaría un "que vuelve de la guerra". Se me ocurre que los libros fueron un refugio para ti. Tomando en cuenta lo que has hecho con esas palabras que seguramente no tenías de pequeña para explicar tu dolor (cosa que los mayores que aguardan sí tienen y por eso están mejor defendidos), creo que te acunaron un poquito la pena...Y si me equivoco, como suelo hacerlo, pues nada...me equivoco.
Le quiero mandar un abrazo fuerte, fuertísimo, a esa niña que espera en el banco. A las dos en realidad.

EG dijo...

Una de mis esperas es ver qué les pasa a ustedes con los poemas que me gustan y nunca dejo de sorprenderme al leer lo que sale de adentro.

No hay dudas que nos vamos conociendo por las elecciones, y los comentarios. Ni hablar por lo que escriben cada uno de ustedes en sus respectivos blogs. Es una mapa infinito de sorpresas. De inconmensurable valor para los poetas y no tienen idea de cuánto para mí. A todos y a cada uno, GRACIAS.

Les dije que me alegra que les haya gustado? =)

vera eikon dijo...

Oh vaya, Maia. Aquella niña tímida recibe tu abrazo. Y su hermana, la niña con voz de ruiseñor(mi hermana era la que cantaba, y yo la que leía. Los libros siempre fueron refugio para mí) Y entiendo que sí, que no debe haber espera más dura que la del padre aguardando por el retorno de un hijo. Claro que aquella(curioso, casi se repitió a diario durante bastantes años, y no acabamos de acostumbrarnos.) a nuestros ojos de niñas, era como un abandono. Casi todos los días nos sentíamos abandonadas.... Besos y abrazos para todos

andres alvarado dijo...

mario levrero dice: "si usted cambia esa naciente desesperación por una calmada desesperanza, habrá obtenido algo que muchos humanos anhelan."
la espera mata, a veces respira en la nuca, dulce, detrás de las orejas. es inquietante, casi siniestra.
rilke: "¿Quién habla de victorias? El resistir lo es todo."
saludos.

Isabel dijo...

Yo me pregunto y repregunto lo mismo:¿Cómo descifrar la clave para amar sin condiciones, sin expectativas?

Hermoso poema!

Besote

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