Fotografía de Sandra Dillon, "Limones" |
ALTER TÚ
El conjunto de miembros hermosos o la voz
tan dócil que desgarra y hace sangre,
el catálogo ameno de los gestos,
la increíble, la cruel sonrisa, la manera
de deslizar las manos, la deseable rodilla.
Ése que muestras no es el que yo quiero.
Te he recreado, otro, a mi capricho,
más invisible y menos complicado,
y te he inventado casa y nombre propios,
secretísimo mío, para poder hallarte.
Qué bello te despiertas conmigo en la alborada;
si tú pudieras verte...
(Jeréz de la Frontera, España, 1965)
4 comentarios:
Qué grande la Parra, este poema es espectacular.
Buenísima elección.
Besos
me encantaría encontrar un libro de ella por estos lados del atlántico, mientras tanto busco y busco en internet...me alegro que te guste Carmen! hace tiempo que no te veía por acá! besos
Ayyyy... despertar juntos... qué liiiiiiiiiiiiinooooo!!!
:)
Al final, es como si siempre inventásemos al otro. Su versión original, fracasa. Su lado b es nuestro.
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