Obra de Andrea Kowch |
A mí y a Gioconda Espina
Una mujer sola
rodeada de cactus
de Palos del Brasil
tiene poca salida
no puede ir al Circo
la fiesta le está vedada
la alegría pospuesta
Una mujer así, sola
de ella no queda nada.
Junio, 1991
Fotografía de Juergen Teller |
A Washington con Manuel
En algún lugar del mundo
una mujer se sentaba todas las mañanas
a contemplar un viejo edificio.
Y había ventanas, sí
plenas de sombras
hombres, mujeres, monstruos.
Esa casa estaba deshabitada
no había amantes, no.
Sólo aves que a veces cruzaban el horrendo paisaje.
En algún lugar del mundo
había una lámpara rota
que no era de ella.
También un diccionario.
Eso no podía resolver su soledad.
Había tres árboles, cuatro árboles
y ruidos, la calle, los automóviles.
En algún lugar del mundo ella
no pudo hablar con quien podría
ser su amante.
El placer estaba vedado.
Las ambulancias pasaban
El fastidio cundía.
En algún lugar del mundo
ella se detenía
a ver un enchufe
un sofá
una mesa repleta de libros y de centavos
y al marido: mustio, callado, leyendo...
También había pastillas, muchas pastillas
y un avión que pasaba.
Llevando a gente que sí tenía lugar.
En algún lugar del mundo
ella rezaba
por salir
por salir
del charco.
Washington, junio 1990
Desde la próxima enfermedad...
Hanni Ossott Lipfert
(Caracas, Venezuela, 1946 - 2002)
POETA/TRADUCTORA/ENSAYISTA
de El circo roto: poemas 1990-1993, Caracas,
Monte Ávila Editores, 1996
para leer + en PANFLETO NEGRO
y MÁS
Monte Ávila Editores, 1996
para leer + en PANFLETO NEGRO
y MÁS
No hay comentarios:
Publicar un comentario