no saldré a tu encuentro,
ni buscaré esta palabra de amor
que me destroza la garganta.
No saldré al contacto de tus yemas bajo la silla,
o por los rincones.
No levantaré los ojos de la tierra…
No.
Hundiré mis uñas, entregaré mi cuerpo,
ceniza loca de sueños…árbol enamorado,
raíz que se lame a sí misma
en las profundidades del dolor..
Haré círculos
de arena,
castillos de naipes.
Dormirá mi hijo el sueño de los justos.
No más palabras.
(Bilwi, Puerto Cabezas, Nicaragua, 1977)
2 comentarios:
Mmm...me gustó.
Besos, Emma.
No sé... Me sonó a muy Vilariño...
Me gustó, digo.
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