30 de noviembre de 2012

Cristina Peri Rossi, Asombro


Marlene Dietrich y Ann Warner, ph Eve Arnold
(Están tomando unos tragos en el Trocadero, un night club de Los Angeles, a fines de 1939)


ASOMBRO

Enséñame – dices, desde tus veintiún años
ávidos, creyendo, todavía, que se puede enseñar alguna cosa
  
y yo, que pasé de los sesenta
te miro con amor
es decir, con lejanía
(todo amor es amor a las diferencias
al espacio vacío entre dos cuerpos
al espacio vacío entre dos mentes
al horrible presentimiento de no morir de a dos)
  
te enseño, mansamente, alguna cita de Goethe
(“detente, instante, eres tan bello”)
o de Kafka (una vez hubo, hubo una vez
una sirena que no cantó)
  
mientras la noche lentamente se desliza hacia el alba
a través de este gran ventanal 
que amas tanto
porque sus luces nocturnas
ocultan la ciudad verdadera
  
y en realidad podríamos estar en cualquier parte
estas luces podrían ser las de New York, avenida
Broadway, las de Berlín, Konstanzerstrasse,
las de Buenos Aires, calle Corrientes
  
y te oculto la única cosa que verdaderamente sé:
sólo es poeta aquel que siente que la vida no es natural
que es asombro
descubrimiento revelación
que no es normal estar vivo
  
no es natural tener veintiún años
ni tampoco más de sesenta
  
no es normal haber caminado a las tres de la mañana
por el puente viejo de Córdoba, España, bajo la luz
amarilla de las farolas,
  
no es natural el perfume de los naranjos en las plazas
-tres de la mañana-
  
ni en Oliva ni en Sevilla
  lo natural es el asombro
  
lo natural es la sorpresa
lo natural es vivir como recién llegada
  
al mundo
  
a los callejones de Córdoba y sus arcos
  
a las plazas de París
  
a la humedad de Barcelona
  
al museo de muñecas
  
en el viejo vagón estacionado 
  
en las vías muertas de Berlín
Lo natural es morirse
  
sin haber paseado de la mano
  
por los portales de una ciudad desconocida
  
ni haber sentido el perfume de los blancos jazmines en flor
  
a las tres de la mañana,
  
meridiano de Greenwech
  
lo natural es que quien haya paseado de la mano
  
por los portales de una ciudad desconocida
  
no lo escriba
  
lo hunda en el ataúd del olvido
  
La vida brota por todas partes
  
consaguínea 
  
ebria
  
bacante exagerada  
en noches de pasiones turbias
pero había una fuente que cloqueaba
  
lánguidamente
  
y era difícil no sentir que la vida puede ser bella
  
a veces
  
como una pausa
  
como una tregua que la muerte
  
le concede al goce.




AMAZEMENT

Teach me, you say, from your twenty-one years
eager, believing, still, that things can be taught

and I, now over sixty
look at you with love
that is, with distance
(all love is love of the differences
of the empty space between two bodies
of the empty space between minds
the horrible presentiment of not dying as two)

I teach you, meekly, a line from Goethe
(“Stay now! You are so beautiful!”)
or Kafka (once there was, there once was
a siren who did not sing)

as the night slowly slips towards dawn
through this great big window
you love so much
because its nocturnal lights
hide the true city

and in reality we could be anywhere
these lights could be in New York, on
Broadway, or in Berlin, on the Konstanzerstrasse,
in Buenos Aires, on Corrientes

and I hide from you the only thing I really know:
a poet must feel that the world is not natural
that it is amazing
a revelatory discovery
that it is not normal to be alive

it not natural to be twenty-one years old
nor is it natural to be over sixty

it is not normal to have walked at three in the morning
over the old bridge in Cordoba, Spain, beneath the yellow
streetlamps,

it is not natural to smell the orange trees in the plazas
at three in the morning

not in Oliva nor in Sevilla

it is natural to be amazed

it is natural to be surprised

it is natural to live as if you have just arrived

to the world

to the backstreets of Cordoba and its arches

to the plazas of Paris

to the humidity of Barcelona

to the doll museum

to the old wagon parked

on the dead streets of Berlin

It is natural to die

without having strolled hand-in-hand

through the gates of an unknown city

without having smelled the scent of blooming white jasmine

at three in the morning,

Greenwich mean time

it is natural for those who have strolled hand-in-hand

through the gates of an unknown city

to not write about it

they bury it in the coffin of the forgotten

life gushes everywhere

consanguineous

drunk

exaggerated bacchante

in nights of murky passion

but there was a fountain that clucked

languidly

and it was difficult not to feel that life could be beautiful

at times

like a pause

like a truce that death

concedes to pleasure.





Cristina Peri Rossi 
(Montevideo, Uruguay, 1941) 
Reside en España
ESCRITORA/POETA/LICENCIADA EN LITERATURA COMPARADA/PERIODISTA/TRADUCTORA
de Habitación de hotel, Plaza&Janés, 2006
Traducción al inglés de Daniel Borzutzky
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7 comentarios:

SILDELSUR dijo...

Que bello!!!
Después de leer esto como atreverse a escribir?
Cada línea me deja pensando,disfrutando,saboreando la poesía bella y las ideas tan intensas que trae.
Maravilloso!!!!
Saludos!

EG dijo...

Pero qué alegría Sildelsur!!!

CPR tiene una manera de enfrentarnos a la vida...a su mirada...ASOMBRO es uno de los mejores poemas de ella que leí, sin dudas. Es bueno saberte acá, besos.

Betina Z dijo...

Qué hermoso...

Iba a decir "me quedo con" pero no es posible, me quedo con todo el poema, me queda el asombro.

Gracias por compartirlo, Emma

EG dijo...

Bien Betina Z, igual que a mí!!!

mononoke dijo...

no sé si lo había leído y lo había olvidado...
pero no creo que sea posible, ahora olvidarlo, nuevamente!
gracias!

Unknown dijo...

BRAVO.
El puro sentir de la vida y la poesía quedan manifestados junto con toda tu belleza.

Unknown dijo...

Este es espectacular. El mejor que leí de ella hasta ahora.

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