12 de noviembre de 2024

Rosa Rodríguez Cantero, 4 poemas 4


Fotografía de Alexander Bronfer

ESTO ES EL ACABOSE

Me considero viva porque he muerto
de amor en demasiadas ocasiones
porque he gastado camas y calzones
en historias de un siglo o de una hora
en besos, que mis manos atesoran
y en "sólo sexo" con sus emociones.

Sigo viviendo porque me permito.
Porque no me reprimo, cuando quiero
como aún quiero más, no pongo peros
me apoyo en el amor, que nunca miente
si sobrevivo es porque estoy caliente
y sé lo que me queda en el ropero.

Respiro aún, porque no tengo odios.
Me rodeo de gente muy querida
le chupo los placeres a la vida
me nutro con la savia del poema
aprendo de la palabra que me quema
y me río, desde payadas atrevidas.

Los amigos me miman, me acarician.
La familia sostiene la estructura
pero si por ahí, las nervaduras
de una buena poronga me provocan
mis correctos modales se desbocan
y salgo a mitigar mis calenturas.

Agarro la bandeja que me gusta
me aparto de personas estreñidas
mi manera de ser es la elegida
ir contra la corriente me divierte
mi alma nunca será una larva inerte.
¿La muerte? Será la última cogida.



Fotografía de Alexander Bronfer

SIN RUBORES

Les puedo contar la guerra
o de un cura depravado
o del vecino de al lado
que ayer mató a su mujer
pero si hablo de coger
se me ponen colorados.
Nos prohíben el azúcar
los cigarros, el alcohol.
¿A ver el colesterol?
La hipertensión, ¿controlada?

Así, no nos queda nada
más que sexo y rock and roll.

Por eso propongo abrir
un parque de diversiones
donde el sexo sin presiones
se practique en libertad
para que todo, en verdad,
sea sin contraindicaciones.
Donde se hagan realidad
las más locas fantasías
donde coger sea poesía
el abrazo, obligatorio
que el deseo perentorio
nos convierta en alegría.


Fotografía de Alexander Bronfer

El sexo debe ser libre
sin promesas de mañana
no abramos nuevas ventanas
no rompamos el hechizo.
Invitame al paraíso
que yo muerdo la manzana.


Fotografía de Alexander Bronfer

Vos y yo, somos hermosos
tiernos, perfectos, vibrantes
y tenemos por delante
el tiempo de lo posible.
Si el amor está visible
 no habrá catre que se aguante



Pólvora en chimangos,
Puntos Suspensivos ediciones, 2012/2018


El amor en los tiempos del PAMI
Puntos Suspensivos ediciones, 2018




Lo senil no quita lo caliente,
Puntos Supensivos ediciones, 2020




Rosa Rodríguez Cantero
(Constitución, CABA, Argentina, 1946)
yosyrodriguez@yahoo.com.ar 
para leer una entrevista en PÁGINA 12
para leer + en RAÍCES ROCK


8 de noviembre de 2024

Paola Escobar, 3 poemas 3



LA HORA DORADA

ésta es la hora dorada
me decías
bordeábamos las vías a pie
de la mano
junto a las tipas y los eucaliptos
ésta es la hora dorada
cuando el atardecer se desmaya
un manto tejido
con puntitos brillantes
arropa los follajes
ésta es la hora dorada
durante unos momentos
me dejo consumir
amorosamente




ALGO DE ESTOICO TIENEN LOS ÁRBOLES

pierden sus hojas sin quererlo
las renuevan sin desearlo
viven indefinidamente
una tortura
por cierto
con un poco de suerte
se dejan trepar
por una niña que advierte
cuán estoicos
son los árboles


AMOR

dejo que acaricies mis libros
las tapas resbaladizas
y las tapas rugosas
dejo que leas la primera página
que escrutes la foto del autor
y el prefacio
observo el movimiento de las yemas
cómo arqueás los dedos
para reconocer el terreno sacro
de las palabras en trance
cómo recorrés los párrafos
           esos corralitos
           donde las palabras
           se quedan quietas
           mientras nosotros
           preparamos el café
con el rabillo del ojo
me detengo en el rincón
donde posás el índice derecho
           el aroma que salta del papel
           con el correr de las hojas
           nos salpica sin querer


Paola Escobar 
(Buenos Aires, Argentina, 1971)
POETA/ESCRITORA/ANTROPÓLOGA SOCIAL
su WEB



4 de noviembre de 2024

Nora Gabriela Luna, 3 poemas 3 (+1)



El invierno es la estación del año
que mejor les sienta a las guerras
hay escarcha

el sol aparece tímidamente
limpiando las nubes...

Tengo miedo
de las batallas que vendrán.



Ekaterina Grigorieva

Al amanecer,
cuando no logro dormir,
riego cada planta,
arranco los yuyos.

Siento en mis pies
la tierra mojada,
escucho mis latidos
y la vida que corre.


En el jardín de mi casa
habitan ausencias
que me acompañan.

Escucho sus palabras
en el ruido de los árboles,
en las cosas que guardo
en la pieza del fondo
y en la tierra
donde planto mis sueños.


B O N U S  T R A C K


Tengo tatuada en el corazón la esperanza.

Tus frágiles pasos
acompañaban el deseo
de abrazar a tu nieto.

Ojalá te encuentres con tu hija
en un camino lleno de lavandas
y así juntas lo esperen.

Al irte, junto a tu lucha
dejaste una huella de amor.


Babel Editorial, Córdoba, 2024



Nora Gabriela Luna
(Córdoba, Argentina, 1981)
POETA/COMUNICADORA SOCIAL/FOTÓGRAFA
Babel Editorial, Córdoba, 2024
para leer una reseña en CBA24




2 de noviembre de 2024

Laura Lemura, 3 poemas 3


Ilustración de Heo Jiseon
TILIA

Cierro los ojos.
Me basta sentir el perfume
para saber
que es noviembre.

En casa
los tilos se han estirado
con los años
hasta alcanzar el balcón
y convidarme
sus hebras doradas.

(una diosa
me reserva
este regalo)

Salto a la noche.
La quiero eterna
ahora
que es fugaz

y tan vasto
el día
como una venganza

por los oscuros
inviernos.

(¿hay algo
más hermoso
que la brisa
joven
libre
de puertas
cerradas?)

Me embriago con las flores
que huelen a miel y cítricos.

Todo lo olvido.
Por un instante,
todo lo olvido.


Ilustración de Heo Jiseon

OLOR A TIERRA MOJADA

Una lluvia temprana
refresca el día.
Desde la cama
escucho los truenos

trato de adivinar
que tan cerca
caen los rayos.

Cuando era chica
en los días de tormenta
mi abuela corría
a desenchufar
la heladera
para cuidarla
de las descargas.

Yo me quedo quieta.

Boca arriba
imagino que soy
la niña que juega
mientras los adultos

resuelven
las cosas importantes.


Imagen extraída de Freepik

RELIGIÓN

Cada día miro el atardecer.
Ésta es mi religión:
adivinar el color del cielo
cuando del sol sólo queda un recuerdo vago.
Ni anaranjado ni lila ni plomizo.

Es un color que tiene
el canto de los pájaros
y el aire fresco
el olor de alguna cena temprana
y la penumbra en los ambientes.
Es el color de lo que queda
suspendido por un rato.

Al atardecer
me siento hecha de cielo.

Allí celebro, allí
sé que vivo
y los dioses me habitan.




Laura Lemura
(Lomas de Zamora, Bs. As., Argentina, 1978)
POETA/OSTEÓPATA/TALLERISTA
de El color de lo que queda suspendido por un rato 
para leer + en FLOR DE AVE
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