15 de enero de 2025

Elsie Robinson, Dolor

Ilustración de Elena Hormiga

DOLOR 

¿Por qué debo estar herida?
Sufrimiento y desesperación,
cobardía y crueldad,
envidia e injusticia,
todo esto duele.
Dolor y terror,
soledad y traición
y la agonía de la pérdida o la muerte,
todas estas cosas duelen.
¿Por qué? ¿Por qué la vida debe doler?
¿Por qué aquellos que aman generosamente,
viven honorablemente, sienten profundamente
todo lo que es bueno y hermoso, están tan heridos,
mientras que las criaturas egoístas
salen ilesas?
Es por eso,
porque pueden sentir.
El dolor es el precio a pagar por sentir.
El dolor no es un accidente,
ni un castigo, ni una burla
de algún dios salvaje.
El dolor es parte del crecimiento.
Cuanto más crecemos,
más sentimos,
cuanto más sentimos, más sufrimos,
porque si somos capaces de sentir la belleza,
también debemos sentir la falta de ella.
Aquellos que vislumbran el cielo
están obligados a ver el infierno.
Haber sentido profundamente vale
cualquier cosa que cueste.
Haber sentido amor y honor,
coraje y éxtasis
vale cualquier precio.
Y así, puesto que el dolor es el precio
de una vida más plena, no odiaré
el dolor ni intentaré escapar de él.
En cambio, intentaré afrontarlo
con valentía, soportarlo con orgullo:
no como una cruz o una desgracia, sino como una
oportunidad, un privilegio, un desafío al Dios que
anda a tientas dentro de mí.

PAIN

Why must I be hurt?
Suffering and despair,
Cowardice and cruelty,
Envy and injustice,
All of these hurt.
Grief and terror,
Loneliness and betrayal
And the agony of loss or death—
All these things hurt.
Why? Why must life hurt?
Why must those who love generously,
Live honorably, feel deeply
All that is good—and beautiful
Be so hurt,
While selfish creatures
Go unscathed?
That is why—
Because they can feel.
Hurt is the price to pay for feeling.
Pain is not accident,
Nor punishment, nor mockery
By some savage god.
Pain is part of growth.
The more we grow
The more we feel—
The more we feel—the more we suffer,
For if we are able to feel beauty,
We must also feel the lack of it—
Those who glimpse heaven
Are bound to sight hell.
To have felt deeply is worth
Anything it cost.
To have felt Love and Honor,
Courage and Ecstasy
Is worth—any price.
And so—since hurt is the price
Of Larger living, I will not
Hate pain, nor try to escape it.
Instead I will try to meet it
Bravely, bear it proudly:
Not as a cross, or a misfortune, but an
Opportunity, a privilege, a challenge—to the God that gropes within me.

Listen, World!, : How the Intrepid Elsie Robinson
Became America's Most-Read Woman, 
por Julia Scheeres y Allison Gilbert



Elsie Robinson - Elsinore Justinia Robinson -
(Nueva York, EE.UU., 1883 - 1956)
PERIODISTA/POETA/ESCRITORA DE FICCIÓN
Listen, World!: How the Intrepid Elsie Robinson
Became America's Most-Read Woman
por Julia Scheeres y Allison Gilbert
para leer + en POETRY NOOK
su WEB




13 de enero de 2025

Yolanda Oreamuno, No se puede hablar de un invierno...



NO SE PUEDE HABLAR DE UN INVIERNO ... 

No se puede hablar de un invierno definido, con todos sus ri­gores, refiriéndose a ese invierno. Es  más bien una localización tem­poral del frío acompañada por cientos de síntomas característicos de la estación, como viento, baja temperatura, escarchas, esporádicas y  cortas lluvias. Los pirules25, los robles y  los frutales pierden sus hojas, mas para disimular tanta desnudez vegetal, la extensa familia de coníferas, ampliamente difundida, conserva su ropaje. 

Siempre queda en algún árbol una hoja postrera, prendida a la  rama por un milagro de resistencia inexplicable, y todas las ma­ñanas, al pasar, formulamos una despedida porque tememos no en­contrarla allí al día siguiente. Es tan frágil su aspecto,  descomedida su posición, muerto su color, que no podemos explicarnos por cuál fenómeno se mantiene en su sitio invulnerable al viento, la escarcha y el frío. Simboliza el recuerdo borroso de lo que fuera en primavera y verano el ropaje del árbol; es la manifestación única de su antigua forma; la rúbrica de su linaje, el síntoma de su especie. Pese a todo lo precario que esa hoja solitaria representa, en su humildad, en su indefensión, tiene un noble elemento de fortaleza. 

Cada mañana la buscamos para comprobar en su delicado tallo o en el contorno de su cuerpecillo aterido los efectos de la intemperie, y repetimos la nostálgica despedida. Pero al verla de nuevo, inaltera­ble y sola, nos preguntamos sobresaltados si resistirá  todo el invierno allí. Tanta tenacidad anónima despierta en nosotros cierto elemento de sospecha ¿por qué resiste?, ¿irá a   permanecer a pesar de todo?, ¿para qué  su inmutabilidad?, y  nos  vamos acostumbrando a  su presencia en el árbol frente a nuestra casa. Lentamente, con la familiaridad de lo inevitable, olvidamos la hoja fiel. Una mañana cualquiera ya no levantamos la cabeza para buscarla, ni nos despedimos de ella has­ta nunca. Ha entrado a formar parte  del  paisaje inalterable, de ese paisaje permanente más allá de las estaciones y las temperaturas. Y muchos días después, casi sin pensar en ella, echamos una  mirada descuidada que nos revela su ausencia. Se fue con el viento. Ya no está.  Se fue sin despedida,  sin adiós y sin lágrima. Tampoco dejó recuerdo. Simplemente se fue.

25 Pirul o piró (Schinus molle), árbol de hojas perennes, de ramas gráciles y péndulas. 


Editorial del Ministerio de Educación Pública,
Guatemala, 1949


Yolanda Oreamuno
(Costa Rica, 1916 - México, 1956)
ESCRITORA/ENSAYISTA/NARRADORA
Editorial del Ministerio de Educación Pública,
Guatemala, 1949, cap  XIX 
Documentos LETRAS 47 (2010)

11 de enero de 2025

Anne Spencer, 3 poemas 3


Fotografía de Aaron Blum

OTRO ABRIL

Ella está demasiado débil para cuidar a su jardín este año,
y no pudo hacerlo el año pasado; es una mujer mayor.
Las plantas lo entienden
entonces se agrupan pues crecen sin reservas.
La glicinia, púrpura y blanca,
salta del árbol a la caja-casa de golondrinas,
está arrastrado hacia abajo por globos de pétalos fragantes
que apuntalan y robustecen la vid, pues
desciende y toca la Tierra…y
se dispara otra vez
– serpenteando, colgante – y
repiquetea: 

“¡Abril, de nuevo, aquí está abril!”
Y la ventana de donde la vieja contempla
necesita un lavado ––

ANOTHER APRIL

She is too weak to tend
her garden last year, this
year – and old.
The plants know, and
cluster, running free.
The wisteria, purple and white,
leaps from tree to martin-
box dragged down by globes
of the fragrant wet petals
to shore up, strengthen the vine, then
drops to touch Earth, to shoot
up again looping, hanging,
pealing out “April again!”
.
April is here!…
And the window from
which she stares needs washing ––


Fotografía de Aaron Blum
RÉQUIEM

Oh, yo que había deseado tanto ser dueña de algún suelo
– ahora mejor estoy consumida por la tierra.
La sangre al río, el hueso al terreno
– la tumba restaura lo que encuentra su lecho.

Oh, yo que bebía del barro oloroso de la Primavera
– devuelvo su vino para otra gente.
El aliento al aire, 
el corazón a las hierbas
– mi corazón estando despojado,
entonces yo podría descansar.

REQUIEM

Oh, I who so wanted to own some earth,
Am consumed by the earth instead:
Blood into river
Bone into land
The grave restores what finds its bed.

Oh, I who did drink of Spring’s fragrant clay,
Give back its wine for other men:
Breath into air
Heart into grass
My heart bereft – I might rest then.



Fotografía de Aaron Blum
TIERRA, TE AGRADEZCO

Tierra, te agradezco
por el placer de tu idioma.
Has experimentado unos momentos difíciles
trayéndolo a mí – del suelo –
gruñir a través del sustantivo
todo el camino hacia
sensibilidad
sensación
forma de ver
sentido de olfato
tocar
–– dicho de otro modo:
el conocimiento que
¡yo soy! / ¡sigo aquí!

[Earth, I Thank You]

Earth, I thank you
for the pleasure of your language.
You’ve had a hard time
bringing it to me
from the ground
to grunt thru the noun
To all the way
feeling      seeing     smelling     touching
––awareness
I am here!

Anne Spencer -Annie Bethel Bannister -
(Virginia, EE.UU., 1882-1975)
POETA/PROFESORA/BIBLIOTECARIA
ACTIVISTA DE DERECHOS CIVILES/JARDINERA
Naturaleza Negra: Cuatro Siglos de Poesía Afroamericana sobre la Naturaleza 
© 2009, Camille T. Dungy (editor)
Traducción de Alexander Best
para leer + en FAUSTO MARCELO

6 de enero de 2025

Melody Beattie, Dejar ir la urgencia (+1)


Fotografía de Miika Pirinen

DEJAR IR LA URGENCIA

Una cosa a la vez.

Eso es todo lo que tenemos que hacer. 
No dos cosas a la vez, sino una cosa hecha en paz. 

Una tarea a la vez. 
Un sentimiento a la vez. 
Un día a la vez. 
Un problema a la vez. 
Un paso a la vez.
Un placer a la vez.

Relájate. 
Deja ir la urgencia. 
Empieza calmadamente ahora. 
Toma una solo cosa a la vez.

¿Ves cómo todo se arregla?

Hoy haré en paz una sola cosa a la vez.
Cuando tenga dudas haré primero lo primero.


LETTING GO OF URGENCY

One thing at a time.

That’s all we have to do. Not two things at once, but one thing done in peace.

One task at a time. One feeling at a time. One day at a time. One problem at a time. One step at a time.
One pleasure at a time.

Relax. Let go of urgency. Begin calmly now. Take one thing at a time.

See how everything works out?

Today, I will peacefully approach one thing at a time. When in doubt, I will take first things first.

The Language of Letting Go Journal: A Meditation Book and Journal for Daily Reflection, 2003


B O N U S  T R A C K 


“Cada vida necesita su propio lugar tranquilo”.

“Each life needs its own quiet place.”

Melody Beattie
(Saint Paul, Minnesota, EE.UU., 1948)
ESCRITORA/PERIODISTA
de El lenguaje del adiós/ The Language of Letting Go Journal:
A Meditation Book and Journal for Daily Reflection, 2003
en X
su WEB

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