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| Fotografía de Ella.May |
UN SUEÑO
Soñé que era invisible y que podía volar,
pero en el sueño no me colaba en la casa
de mi amante, volando por la ventana abierta
para espiar qué hace cuando no está conmigo,
ni entraba sin ser vista en la bóveda de un banco
y me quedaba ahí hasta la hora del cierre
para llevarme todo sin que me descubrieran.
En el sueño volaba por el espacio blanco,
y no existía el sonido, ni la imagen, ni el cuerpo;
pero no era la nada opaca de la muerte:
era el vacío y la consciencia del vacío.
Sarah Diano
5 comentarios:
Confieso que debe ser tentador entrar en la casa del amante, pero que se yo... no se si me bancaría lo que viera.
ay ay ay ay ayyyyyyyyyyyyyyyy
Yeah, es como la canción de Melero...Quiero entrar, en tus cosas revisar, abrir cada cuaderno y dejarlo en su lugar...
Hasta dónde querremos llegar?
El poema es precioso, como siempre.
Ser como el viento estremecedor... Soplar suave sobre su cálida piel...
ayyy ayyy eso digo yo!...Ya no quiero ser invisible...ya he visto suficiente desde aquí jajaja...Uysss...lo extrañoooooooo!
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