Ilustración de Gabriella Barouch |
ALGUIEN ME AVISÓ
Él dijo que yo necesitaba volver
porque yo era su familia
dijo que los pajaritos
estaban comenzando otra vez
con aquella entonación extraña
que podría ser vista como triste
o como bastante maravillosa
tú necesitas volver él dijo
algunas acacias se están entregando
al abandono o a la desesperación
y la pescadería fue atacada
por una enorme inundación
por favor vuelve ve si vuelves
esta mañana el taxista estuvo
recorriendo todas las estaciones
de radio hasta encontrar una noticia
no hay noticias de ti en la ciudad
hazme un favor y vuelve
está ocurriendo una revolución
quieren retirar al primer ministro
de su silla empedernida
quieren incendiar las calles
quieren mejorar la estructura
de la campana que marca el mediodía
en la garganta de Antoñito
anda ve si vuelves fue lo que él dijo
tú eres mi familia es imposible
presenciar la transición del invierno
a la primavera sin familia cerca
y cómo hago para comprar lollypops
si tú no me estás esperando
allá afuera del lado de afuera en tu coche
jugando con las vibraciones del motor
mientras yo estoy tamborileando mis
dedos sobre el mostrador de madera
de la abacería donde siempre compro
lollypops de naranja o de fresa
tú y yo siempre encontramos un modo
de sincronizar nuestros compases
yo toco cuatro veces en el mostrador
tú aceleras cuatro veces el motor
la familia es eso mismo: dos vaqueros
fintando la gravedad y la monotonía
venga dime si vuelves o si no vuelves
la semana pasada noté
que las plantaciones de maíz
están comenzando a expandirse
no me digas que eso no te seduce
fue lo que él dijo eso mismo
la plantación que se expande te seduce
él dijo que yo necesitaba volver
que tal vez yo debiese ordenar
mi maleta dejar mi empleo
mete todo en tu maleta
no olvides tu camisa blanca
no olvides tu flauta de hueso
no olvides no te cortes el pelo
coloca todo en esa maleta
y si tienes tiempo tráeme siete búzios
vuelve dime que vuelves
fíjate que es la época de las migraciones
y que tú siempre acompañaste
a los colibrís y los pingüinos
ya basta de inscribirse
en ese campeonato del desapego
tú siempre pierdes ya deberías saberlo
él dijo que yo debería volver
que en el restaurante de doña Celia
estaban sirviendo un tipo de pan
diferente del habitual
que en el parque de diversiones
estaban montando un rollo nuevo
que en la cueva de los leones ya no vive
nadie absolutamente nadie
que están comenzando una revolución
tú necesitas volver fue lo que él dijo
vuelve por favor mi amor vuelve para casa
entonces yo hice la maleta y fue por eso que
volví — yo volví porque me llamaron.
de Jócquei, Kriller71 Ediciones, 2017
Traducción de Aníbal Cristobo
Ilustración de Gabriella Barouch |
NOTICIAS BOSQUEJADAS EN LA ORILLA DE LA CALLE
No soy de llanto fácil a no ser cuando descubro cualquier cosa muy interesante sobre el ácido desoxirribonucleico. O cuando hallo una carta que hable sobre el descubrimiento de un nuevo modelo para la estructura del ácido desoxirribonucleico, una carta que termine con «Mucho amor, Papi». Francis Crick halló el diseño del ADN y le escribió a su hijo sólo para decirle que «nuestra estructura es muy bonita». Estructura, fue lo que él dijo. Antes de despedirse, aún dijo: «Cuando llegues a casa voy a mostrarte el modelo». Eso. No olvides los dos cartones de leche, ahora pasa a comprar el pan, guarda el resto del dinero para tus caramelos, y cuando llegues te muestro el mecanismo copiador básico a partir del cual la vida viene de la vida. No soy de llanto fácil pero un compuesto orgánico cuyas moléculas contienen las instrucciones genéticas que coordinan el desenvolvimiento y el funcionamiento de todos los seres vivos me conmueve. Los cromosomas me animan, los ribosomas me espantan. La división celular no me deja dormir, y mira que yo vivo bien en el medio de la montaña. De vez en cuando veo pasar los aviones, pero eso nunca ocurre de madrugada – la noche se reserva toda para el silencio infinito. Algunas veces, durante la contemplación de las estrellas, pienso en los santos que protegen a los pilotos. Amelia Earhart dijo que no se casaría a no ser que fuese acordada una lista de condiciones y esas condiciones implicaban la posible fuga en cualquier momento: «I cannot guarantee to endure at all times the confinements of even an attractive cage». Ve pajarillo. Supe de una canción cuyo estribillo decía I Would Die For You, me quedé pensando que más de la mitad de las canciones del mundo dicen eso pero yo nunca entendí eso. Negocio de amor y muerte, credo. Allá en la escuela enseñaban que el amor son siete vidas multiplicadas, entonces creo que el amor es lo contrario del fin. Ya lo sé, el mundo está cambiando tanto. No soy de llanto fácil a no ser cuando pienso en determinados milagros que todavía no ocurrieron. Mi equipo ganó por tres a dos. El mayor banco norteamericano se equivocó, y se equivocó por muchos millones. Nadie habló del aniversario de Superman, y eso también cuenta como equivocación. Faltan seis días para la primavera, están haciendo un censo comunitario en la aldea más cercana. Creo que está llegando la hora del sosiego, y que mucha alegría va a aparecer por ahí. Creo que una palmera es mucho más bonita que una carabina, pero no sé si viene al caso. Ninguna palabra quiere herir a otras palabras: ni desoxirribonucleico, ni montaña, ni canción. Todos esos conceptos tienen sus sinónimos simplificados, mira tan sólo, ácido desoxirribonucleico y ADN son exactamente la misma cosa, y el resto de las palabras búscalas tú. Todo es una cuestión de amor y prisma, por favor no precipites los cañones. Cuando Amelia murió continuaba casada con Putnam – sospecho que ella debe haber visto rostros increíbles en las estrellas. Qué cosa más linda ese ácido despeinado, caramba. Miré con más atención el diseño de la estructura y lo descubrí: la raza humana es toda brillo.
Traducción de Alejandro Rodríguez Morales
Ilustración de Gabriella Barouch |
Querido: las palmeras brillan más que el oro. Walter Benjamin tenía razón sobre los círculos – cuanto más se dan vueltas en el amor, más se expande el amor. La filosofía es una matemática muy esclarecedora y cualquier día incluso va a salvar el mundo. Querido, cuatrocientos años después y tú y yo todavía somos una especie de Ferris Bueller’s Day Off. Oh, ¿viste los coros de niños en la avenida? La alegría es un carro de bomberos completamente adornado de plumas y caballos salvajes atravesando todo. La libertad se hace entera debajo de la palabra, entre un músico Tang y un jarrón de Oaxaca. Los continentes se aproximan dulcemente y, como tú me explicaste, el europeo salvaje aún va a pronunciar su esplendor. Creo mucho en aquello que nadie más espera, principalmente después que me topé de frente con el dorso de la ballena solitaria. Todo canto tiene un tono, y la mayoría de los mamíferos se agrupan por el reconocimiento de una musicalidad común. Sí, el fadista va a escoger al fadista, y las manadas de ballenas acostumbran emitir su sonido de cerca de 20 Hertz por océanos infinitos. En comunión. Pero sucede que en 1989 alguien descubrió una ballena que canta solitaria a 52 Hertz – sin primos, sin hermanos, sin mejor amigo, sin isla en la cual hacer un pit stop. Nadie vocaliza en su frecuencia, ningún oído escucha sus 52 puntos. Hay milagros. Después del surgimiento de la ballena solitaria, después de los círculos de Benjamin, después del desdoblamiento del poema XIX, después de la canica de Seymour Glass girando en el dedo del jugador de baloncesto, dime, ¿cómo no creer en el brillo natural que diariamente resplandece en el interior de la tierra? Querido, tu rostro de espanto ante el helado de fresa en una tarde de domingo es la maniobra que pule la piel del planeta. Queridito, estamos invirtiendo la profecía de Eliot. Estamos curando el resfriado de Madame Sosostris, y esto va a dar mucha alegría incluso mucha ciertamente. Sea como sea, fuese por lo que fuese, seguimos usando el collar de perlas que está hecho con los ojos del marinero fenicio. En este depender del amor, más allá de la pasión y más allá del deseo: nadie más se ahogará.
Traducción de Alejandro Rodríguez Morales
B O N U S T R A C K
Ilustración de Gabriella Barouch |
TWO-LANE BLACKTOP
Aprenderé a amar las casas
cuando entienda que las casas
están hechas de gente
que fue hecha por gente
y que contienen en sí la posibilidad
de hacer gente.
de Jócquei, Kriller71 Ediciones, 2017
Traducción de Aníbal Cristobo
Matilde Campilho
(Lisboa, Portugal, 1982)
de Jóquei, Edições Tinta da China, Portugal, 2014/
para leer + en CAÍNA BELLA
+ en EL POETA OCASIONAL
2 comentarios:
¡Muchas gracias, Miriam! Tres momentos de muy agradable lectura (+2); mientras comienza a llover una vez más...
ya no sé qué hacer con tanta nube!
Quiero este libro de Matilde, todo lo que estuve leyendo escrito por ella es diferente...
abrazo Sinuhé
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