26 de diciembre de 2016

Cherríe Moraga, Para el color de mi madre (+1)


Obra de Kathleen Daly Pepper, Untitled (Mexican Mother and Daughter)

PARA EL COLOR DE MI MADRE 

Soy una chica güera vuelta morena por
el color de sangre de mi madre

hablo por ella a través de la parte sin
nombre de la boca
la arqueada y ancha mordaza de
mujeres morenas

a los dos años

mi labio superior se partió
hasta la punta de mi nariz
derramó un grito que no cedía
que bajó seis pisos de hospital
donde los doctores me envolvieron en
vendas blancas
solamente expuesta la boca gritona
el tajo, cosido en forma de gruñido
duraría por años.


Soy una chica güera vuelta morena por
el color de sangre de mi madre


A los cinco años

apretada en costurón

una línea fina y azul de niña trazada

sobre su cara

su boca apresurada a vocear inglés

voceando yes yes yes

voceando stoop lift carry

(sudando suspiros húmedos al campo

su pañuelo rojo se suelta debajo del

sombrero de borde ancho

moviéndose a través de su labio
superior)

A los catorce años, su boca

pintada, las puntas dibujadas hacia

arriba

el lunar en la esquina pintado más

oscuro y grande voceando yes

ella rezando no no no

labios apretados y moviéndose

A los cuarenta y cinco años, su boca

desangrándose al estómago

el hueco abierto haciéndose más bajo y

profundizándose en la palidez de mi

padre

finalmente cosido de cadera a esternón

una V invertida


Vera

Elvira


Soy una chica güera vuelta morena por
el color de sangre de mi madre


Como debe ser

mujeres morenas llegan a mí

sentadas en círculos

Paso por sus manos

la cabeza de mi madre

pintada de colores de barro

tocando cada facción tallada

ojos hinchados y boca, también

entienden la explosión la ruptura

abierta contenida dentro la expresión

fija

ellas arrullan su silencio

inclinando sus cabezas hacia mí

en Esta Puente, Mi Espalda, Voces de mujeres tercermundistas 
en los Estados Unidos, Ism Press, San Francisco, 1988
Traducción de Cherríe Moraga
Editado por Cherríe Moraga y Ana Castillo 


FOR THE COLOR OF MY MOTHER

I am a white girl gone brown to the
blood color of my mother

speaking for her through the unnamed
part of the mouth the wide-arched
muzzle of brown women

at two

my upper lip split open

clear to the tip of my nose

it spilled forth a cry that would not

yield

that travelled down six floors of

hospital

where doctors wound me into white

bandages

only the screaming mouth exposed


the gash sewn back into a snarl

would last for years


I am a white girl gone brown to the
blood color of my mother speaking for
her


at five,

her mouth pressed into a seam

a fine blue child's line drawn across her

face

her mouth, pressed into mouthing

english

mouthing yes yes yes

mouthing stoop lift carry

(sweating wet sighs into the field

her red bandana comes loose from

under the huge brimmed hat

moving across her upper lip)

at fourteen, her mouth

painted, the ends drawn up

the mole in the corner colored in darker

larger mouthing yes

she praying no no no

lips pursed and moving

at forty-five, her mouth

bleeding into her stomach

the hole gaping growing redder

deepening with my father's pallor

finally stitched shut from hip to

breastbone

an inverted V


Vera

Elvira

I am a white girl gone brown to the
blood color of my mother speaking for
her


as it should be dark women come to me

sitting in circles I pass through their

hands

the head of my mother painted in clay

colors

touching each carved feature swollen

eyes and mouth

they understand the explosion the

splitting open contained within the

fixed expression

they cradle her silence

nodding to me

en MORAGA,C.,&ANZALDÚA, G. (Eds.). (1983). This Bridge Called my Back. Nueva
York: Kitchen Table: Women of Color Press


PARA EL COLOR DE MI MADRE

Soy una chica blanca cuya piel se
oscureció por el color de la sangre de
su madre
Hablo por ella a través de la parte
anónima de la boca, el morro
arqueado que tenemos las mujeres
morenas.
A los dos años
mi labio superior se rajó
hasta la punta de mi nariz
derramó un llanto que no cesaría
que bajó seis pisos de hospital
donde los médicos me envolvieron en
vendas
dejando expuesta sólo mi boca, que se
desgañitaba
El tajo cicatrizó en un gruñido
que permanecería durante años
Soy una chica blanca cuya piel se
oscureció por el color de la sangre de
su madre, hablando por ella
A los cinco años, su boca
cual costura prieta
una línea azulada de niña se dibujaba a
través de su cara,
de su boca, que prieta hablaba inglés
dice: yes, yes, yes
dice: stoop, lift, carry
(sudando suspiros húmedos al campo
su bandana roja se afloja por debajo de
su enorme sombrero
y se mueve a través de su labio
superior)
A los catorce años, su boca
pintada, con los bordes perfilados
el lunar en la esquina, coloreado más
oscuro, más grande, diciendo yes
mientras ella suplica no, no, no
los labios remendados, que se mueven
A los cuarenta y cinco, su boca
sangra hasta el estómago
el hueco crece y se vuelve cada vez
más rojo
se hunde en la palidez de mi padre
finalmente una sutura desde la cadera
hasta el esternón
una V invertida
Vera
Elvira
Soy una chica blanca cuya piel se
oscureció por el color de la sangre de
su madre, hablando por ella
Como es natural, vienen a mí mujeres
morenas
se sientan en círculos y yo paso por sus
manos
la cabeza de mi madre pintada en
colores terrosos
que tocan cada uno de los rasgos
esculpidos, los ojos y la boca
hinchados
entienden la explosión la herida abierta
contenida en la expresión fija
acunan su silencio, asintiéndome

en Minorías y género: Análisis traductológico de Esta puente, mi espalda.
Traducción de Miriam Tijani


CHERRÍE DIXIT


Descansa en sus hombros la culpa total de la bastardización del pueblo indígena mexicano... Desde entonces, los hombres morenos la han acusado de traición a su raza, y en el transcurso de los siglos siguen culpando a su sexo de esta transgresión... Como chicana y como feminista me siento obligada, lo mismo que tantas predecesoras chicanas, a analizar los efectos que este
mito ha tenido en mi/nuestra identidad racial y sexual, así como en mis relaciones con otras chicanas. Difícilmente se encuentra hoy una chicana cuyo crecimiento no esté marcado por el sufrimiento que su nombre implica, incluso si ignora totalmente quién era esa mujer que un día fue princesa azteca

de A Long Line of Vendidas  (ensayo), 
en Loving in the War Years. Lo que nunca pasó por sus labios1983


Cherríe Lawrence Moraga 
(Whittier, California, EE.UU., 1952)
POETA/ENSAYISTA/DRAMATURGA/EDITORA
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2 comentarios:

Lucrecia López Guirao dijo...

Qué gran poema!!. Felicidades!!

Lucrecia López Guirao dijo...

Qué gran poema!!. Felicidades!!

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