MISERIA
No importan los hombres desgarbados que, a veces, en medio
de círculos color violeta vomitan los lavamanos
y tienen una barba tan obscura como algunas promesas.
Hubo una noche
un día
hubo una muerte
quizá un garabato sobre la tumba, quizá, nunca lo supo
mientras vertía hálitos de su eternidad en los hilillos de sangre
que le bordeaban las arrugas.
Hubo un enterrador
un asesino que blandía su escopeta
contra la cabeza de un niño.
Un callejón, una historia con besos bajo las colillas
sobre la maleta
una historia de barcos que parten para siempre
de tormentas y ahogados
mientras los acordeones no perdonan la desolación
y yo soy
quien escupe oraciones a tus ojos.
Marjiatta Gottopo
(Caracas, Venezuela, 1972)
de Psicotrópicos
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3 comentarios:
Me gusta el modo en el que los acordeones no perdonan la desolación. Siempre me conmueven...Beso
Terrible.
Me imagino el poema escrito con Nick Cave de fondo...
Besos.
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