Ilustración de Annya Marttinen |
LO QUE DICEN LOS PAPELES
Varón o mujer.
Sexo femenino o masculino.
Piel blanca, trigueña, amarilla, negra.
Ojos claros, oscuros,
azabaches, marrones.
Los pardos,
los ámbar miel, casi amarillos.
Verdosos
con destellos,
medio grisáceos.
Ojos color del tiempo,
turquesa los de Ernestina.
Celestes, transparentes,
rojos, violetas,
con heterocromía,
raros
o del montón.
Únicos.
Lo que importa
es la mirada.
Ilustración de Annya Marttinen |
COMO A LA MAYORÍA
Si lo encontrás en la panadería
verás que compra medialunas con dulce de leche,
las que le gustan a la mayoría.
Le podés preguntar si son ricas,
cómo se llama, cuántos años tiene,
dónde vive, de qué signo es,
cómo hizo para llegar hasta ahí.
No se si te va a contar.
Tuvo que descascarar dolorosas costras
destruir lo que había hecho de él una joven
que bailaba con bata de cola,
cabello largo y cuidado,
ceñido con una cinta
corpiños y bikinis,
polleras cortas, ajustadas.
Se pintaba una máscara.
Si es verano quizás veas unas marcas
en sus brazos y en sus piernas.
Es lo que pudo hacer cuando se asfixiaba
en su propio cuerpo,
abrir las capas por años superpuestas,
nacer con una nueva piel.
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TRAVESÍA
Me acuesto.
Acomodo las almohadas
y su almohadón redondito
de pana rosada, con un hada
bordada con brillitos.
Leo algunas páginas de un libro pesado.
Apago la luz, cierro los ojos.
En el interior de los párpados
veo detalles nuestros:
ella sobre mi pecho,
arrullo de la Reina Batata,
el primer vestidito a cuadros
como siempre lo soñé,
y ella nunca lo imaginó,
ni eligió
tener que dibujar
un arco iris con su nombre.
Los viajes,
paradita entre los dos asientos delanteros,
mirando a dónde íbamos...
Hacer la tarea,
buscar la idea principal,
la que se nos escapó.
Abro los ojos y enciendo la luz.
Me siento, acomodo la cama.
Las sábanas rosas con florcitas
también son suyas.
No sé si el almohadón y las sábanas
seguirán siendo suyas,
o dejaron de serlo
cuando se dio cuenta
de que el nombre de las abuelas
que a ella le dimos
ya no lo nombraban.
Ilustración de Annya Marttinen |
EL SECRETO ROJO
La boca llega al filo de la confesión,
quiere saltar sin miedo,
llegar al fondo del abismo
que hace tiempo está en silencio.
La lengua juiciosa se encierra,
se retuerce,
calla el secreto apretado en la cavidad roja.
Los labios llenos de sangre
esperan el momento,
no quieren salpicar a los que aman.
Ilustración de Annya Marttinen |
ALTA COMPLEJIDAD
Extirpar,
en graduales cirugías,
la cola de caballo
el delineador
el perfume de lolita
las bikinis
las sandalias altas
las polleras de danza
los senos
las maneras que te fuimos dando
seguros de armarte,
como sabíamos,
para encastrar con las chicas
a las que te parecías,
solo parecías.
Ilustración de Annya Marttinen |
NOMBRAR DEL OTRO LADO
Tu nombre en el borde superior izquierdo
de la contratapa
del libro de cuentos que amaste
cada vez que te lo leí,
se disuelve entre letras de una historia
y se funde en tu angustia de no reconocerte.
Se hace agua con las lágrimas que te bañan
se escapa por cada rajadura de la piel.
El nombre que eras se torna otro,
esencialmente el mismo.
Ilustración de Annya Marttinen |
PERDÓN
Se acercó a abrazarme
con sus ojos chiquitos,
iguales a los míos.
La bufanda se me había enredado
en el cuello.
Si querés vengarte,
ahorcame.
Mónica Alicia Spesso
(Sacanta, Córdoba, Argentina, 1961)
Reside en Las Varillas, Córdoba
PROFESORA/TRADUCTORA DE INGLÉS/
LICENCIADA EN LENGUA INGLESA
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Magníficos poemas!
ResponderEliminarFelicitaciones Mónica!
ResponderEliminarLas palabras de tus poemas fluyen, corren, se deslizan con suavidad. Me encantaron Moni querida!
ResponderEliminarHermoso!!Me lloré todo!!Hasta el final!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por los comentarios! Saber que conmueven , que son leídos, me llena de satisfacción y siento que llego a la meta!
EliminarDulces, profundos y conmovedores!! Gracias Mónica.
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