Obra de Gunther von Hagens |
como un gancho de carnicero.
Por su belleza soy un costillar colgado para la venta.
Vean qué roja es mi carne cuando le miro.
Miren cómo me abro de garganta a sexo.
Podría pasar horas goteando contemplando
la forma de su espalda sobre el colchón.
Y tú aquí, qué eres.
Te has colado entre las junturas mal selladas
y has mojado esta máquina hasta dañarla.
Nunca pensé, cuando te vi, con tus nervios tensados,
tu mandíbula, tus brazos fuertes, nunca pensé
que fueras a derramarte.
Su cuerpo se tiende a mi lado. Está cerrado. Mi deseo es caníbal. Todo su cuerpo está marcado por mi deseo, rojo y violeta.
Pero no sólo deseo devorarlo, deseo ser devorada por él.
- Déjame los huesos limpios. Me sobra la carne. Me pesa.
Él me dice:
- Estaría bien que ahora nos abriéramos y nos repartiéramos las vísceras.
Y yo siento el deseo de rajar su piel y lo que hay debajo de su piel, para meter mi mano en sus órganos
calientes. Pesar sus pulmones en mis manos, chuparlos como caramelos.
- Podríamos esparcerlas sobre la cama -continúa él- para verlas mejor.
Verlas brillar. Después podríamos probar a intercambiarnos los órganos. Probarme tu estómago, por ejemplo.
Otra vez pienso en sus pulmones y en las frases: "el aire que respiras", y "me falta el aire".
- Me llevo tus pulmones
- El hambre que tengo no se cura de otra forma- me dice.
- Pero mi cuerpo está lleno de venenos- advierto.
- De vacunas. Tu cuerpo está lleno de vacunas- me corrige.
Y yo pienso: no sólo el amor, también el hambre es ciega, se ciega, con este brillo.
Miriam Reyes
(Orense, España, 1974)
(Orense, España, 1974)
del Catálogo de la Exposición: wartime meals de Rosalía Banet
Sala Juana Francés casa de la mujer
Sala Juana Francés casa de la mujer
Un grito salvaje, como si estuviesen escrito por goteo (de sangre)... Un abrazo.
ResponderEliminarDespués de leerte he conseguido encontrar un enlace a un blog antiguo que igual te interese:
ResponderEliminarhttp://victorvegas.blogspot.com.es/2008/04/la-maldad-como-belleza.html
He pensado también en "La felicidad en el crimen" e incluso en "El asesinato como una de las bellas artes". Enfin... salud!
Que visceral pordios!
ResponderEliminarHas visto Darío? Miriam es inagotable
ResponderEliminarGracias Lluís!
ResponderEliminarAsí es Virginia, tal cual.
ResponderEliminarun abrazo
Qué fuerza tiene todo lo que escribe...
ResponderEliminarsi Estela, es visceral y apunta directo a todos los silencios
ResponderEliminarun abrazo