13 de agosto de 2011

Sophia de Mello Breyner, Antínoo

Fotografía de Barry Ryan



ANTÍNOO

Bajo el peso nocturno de los cabellos
O bajo la luna diurna de tu hombro
Busque el orden intacto del mundo
La palabra no oída
Largamente bajo el fuego o bajo el vidrio
Busqué en tu rostro
La revelación de dioses que desconozco
Sin embargo pasaste a través de mí
Como pasamos a través de la sombra. 






Sophia de Mello Breyner 
(Oporto, Portugal, 1919-2004)
Traducción de Diana Bellessi
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8 comentarios:

  1. Fantástico. Me lo llevo a twitter.

    Gracias y un beso.

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  2. qué tristes -y hermosos- los versos para una foto tan bella.

    gracias

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  3. Mierda! Esto es hermoso. Me hace pensar en Dido pasando indiferente por al lado de Eneas. Una sombra.

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  4. Creo que una vez un hombre pasó a través de mí de ese modo. Pero era un hombre que había venido de un sueño....Como dice Darío, el poema es hermoso. Besos, querida..

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  5. Bien, eso no quiere decir que no haya dejado huella.
    Me gustó.
    Besos.

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  6. Bello...pasó sin verla tal como pasan a nuestro lado los dioses día a día. Está muy bien pues el orden in-tacto del mundo uno debe buscarlo dentro de uno ¿no?
    "Sombras nada mas entre tu vida y mi vidaaaaa, sombras nada más entre tu amor y mi amoooor, lalalalala".
    (Ese rostro es una delicia con forma de corazón).

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  7. Me encantaron los versos finales, tan sombra, tan con gusto que entiendo perfectamente.
    Me fui rapidísimo a leer más y encontré la cita justa, que necesitaba para ilustrar un texto que estoy escribiendo. Gracias!!

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  8. Balada del Ausente – J.C.Onetti


    Entonces no me des un motivo por favor
    No le des conciencia a la nostalgia,
    La desesperación y el juego.
    Pensarte y no verte
    Sufrir en ti y no alzar mi grito
    Rumiar a solas, gracias a ti, por mi culpa,
    En lo único que puede ser
    Enteramente pensado
    Llamar sin voz porque Dios dispuso
    Que si Él tiene compromisos
    Si Dios mismo le impide contestar
    Con dos dedos el saludo
    Cotidiano, nocturno, inevitable
    Es necesario aceptar la soledad,
    Confortarse hermanado
    Con el olor a perro, en esos días húmedos del sur,
    En cualquier regreso
    En cualquier hora cambiable del crepúsculo
    Tu silencio
    Y el paso indiferente de Dios que no ve ni saluda
    Que no responde al sombrero enlutado
    Golpeando las rodillas
    Que teme a Dios y se preocupa
    Por lo que opine, condene,rezongue, imponga.
    No me des conciencia, grito, necesidad ni orden.
    Estoy desnudo y lejos, lo que me dejaron
    Giro hacia el mundo y su secreto de musgo,
    Hacia la claridad dolorosa del mundo,
    Desnudo, sólo, desarmado
    bamboleo mi cuerpo enmagrecido
    Tropiezo y avanzo
    Me acerco tal vez a una frontera
    A un odio inútil, a su creciente miseria
    Y tampoco es consuelo
    Esa dulce ilusión de paz y de combate
    Porque la lejanía
    No es ya, se disuelve en la espera
    Graciosa, incomprensible, de ayudarme
    A vivir y esperar.
    Ningún otro país y para siempre.
    Mi pie izquierdo en la barra de bronce
    Fundido con ella.
    El mozo que comprende, ayuda a esperar, cree lo que ignora.
    Se aceptan todas las apuestas:
    Eternidad, infierno, aventura, estupidez
    Pero soy mayor
    Ya ni siquiera creo,
    En romper espejos
    En la noche
    Y lamerme la sangre de los dedos
    Como si la hubiera traído desde allí
    Como si la salobre mentira se espesara
    Como si la sangre, pequeño dolor filoso,
    Me aproximara a lo que resta vivo, blando y ágil.
    Muerto por la distancia y el tiempo
    Y yo la, lo pierdo, doy mi vida,
    A cambio de vejeces y ambiciones ajenas
    Cada día más antiguas, suciamente deseosas y extrañas.
    Volver y no lo haré, dejar y no puedo.
    Apoyar el zapato en el barrote de bronce
    Y esperar sin prisa su vejez, su ajenidad, su diminuto no ser.
    La paz y después, dichosamente, en seguida, nada.
    Ahí estaré. El tiempo no tocará mi pelo, no inventará arrugas, no me inflará las mejillas
    Ahí estaré esperando una cita imposible, un encuentro que no se cumplirá.

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