11 de agosto de 2024

Meg Day, Hay nieve en el oeste




HAY NIEVE EN EL OESTE

hay nieve en el este
hay nieve en nuestras camas
glaseando al repollo. Desde que me dejaste
sola, el nido de avispas
que devora al bombillo
de la luz del porche se ha vuelto
plomiza & cada noche el asfalto
se ilumina como un panal en su medio
opacada luz
                  mientras la ropa lavada — congelada
tiesa colgada de la cuerda — se mece de sus pinzas
como la bandera en la luna que ondea
sin viento.
                  No estoy rezando.
Estoy suplicando: Por favor. Deja que el verano
sea una oportunidad, una huella intratable;
deja que este bello animal de este invierno
laborioso afloje el apretón de tuerca
de tu garganta antes de matar.
La tetera cubre de vapor las ventanas,
forradas con plástico de burbujas, & los melocotones
se están madurando en sus latas.
                                                      Vuelve a casa. Vuelve a casa.


THERE'S SNOW IN THE WEST

& there’s snow in the east
& there’s snow in our beds
icing the cabbage. Since you left
me alone, the wasp nest
swallowing the bulb
in the porch light has gone
leaden & each night the asphalt
is honeycombed in its half-
lidded light
while the laundry—frozen
stiff on the line—sways from its hinges
like the moon flag that waves
without wind.
I am not praying.
I’m longing: Please. Let summer
be a good shot, an untraceable track;
let the beautiful animal of this working
class winter loose its vise grip
on your throat before the kill.
The kettle is steaming the windows,
lined with bubble-wrap, & the peaches
are ripening in their cans.
Come home. Come home.



Ph Kristin V. Rehder
Meg Day
(California, EE.UU., 1984)
Traducción de Carolina Iribarren
para leer + en LA MAJA DESNUDA
su WEB

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