1 de julio de 2013

Berta García Faet, Fundamentos históricos de una flor de un día


Fotografía de Yulia Gorodinski

FUNDAMENTOS HISTÓRICOS 
DE UNA FLOR DE UN DÍA

Juré que nunca me dejaría coger;
yo siempre iba a encajar luz con luz, 
ritmo con color. 
Nunca -dije- caería en caer. 
Reíros: me creía flor. 
Nunca permitiría los besos incorrectos
ni la voluntad cadáver en mi cama, 
ni la cólera profunda y cavernícola
y tristísima
con respecto a mis acciones
sin verdad ni sentido. 

Yo siempre iba a encajar
verdad con sentido,
luz con luz, besos con furia
existencial y demás. 
Creedme: yo iba a vivir en una isla
remotísima y asiática; 
yo -juré- me dejaría la piel
en cada acto, cada signo, 
y cada acto de amor, cada signo, cada coito,
creedme, cada mano, cada ojo, 
iban a ser inolvidables, iban a ser
-y lo decía en serio-
mágicos
y agotadores. 

Juré que nunca viviría
en moldes ajenos
(aunque fueran de ilustres novelas
centroeuropeas); 
yo nunca iba a permitir -decía-
el intento fofo y marchito, 
ni luz apenas, ni besos sin truenos, 
ni -nunca, dije- alexitimia,
anafrodisia, esas barbaridades,
ni perderme
ni rosas blancas pero decorativas
ni vivo sin vivir en mí y todo eso. 

En la catequesis
me decían
no jures jamás
niña idiota.





Berta García Faet 
(Valencia, España, 1988)
de Fresa y herida, "Provincia" - Colección de Poesía - 
CL Instituto Leonés de Cultura - Diputación Provincial, León, 2011
Premio Nacional de Poesía "Antonio González de Lama" 2010
su WEB
MÁS

3 comentarios:

  1. Nunca hay que decir nunca y menos jurar sobre cuestiones tan existenciales.
    Miriam, muy bueno; qué joven la poeta.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Ay dios, el final es para cortarse las venas con hojas de achicoria...

    ResponderEliminar

Poetas ocultos en la web 2.0...