Como la huella de nuestros cuerpos,
no quedará señal de que estuvimos aquí.
El mundo se clausura a nuestro paso
y la arena, nuevamente, se acomoda.
Ya se avizoran fechas
en las que no estarás más;
vientos que arrastrarán nubes
que no derramarán
sobre nosotros lluvia.
Y tu nombre
en las listas de pasajeros de barcos
y en registros de hoteles
cuyas razones, sólo de oírlas,
hielan el corazón.
Los tres idiomas que conozco,
todos los colores con los que veo y sueño:
Ninguno me ayudará.
Yehuda Amijai
(Wurzburg, Alemania, 1924, Israel, 2000)
Traducción de Gerardo Lewin
para leer MÁS y MÁS
extraído de ACÁ
Somos apenas...Y para más inri, la mayor parte de nuestras vidas nos huísmos, anticipando ese olvido. Beso!
ResponderEliminarNinguno me ayudará... ¿a comprender? ¿a permanecer?
ResponderEliminarLa verdad es que a mi, que me lo tomo todo tan a pecho, me descarga pensarme como un registro en una lista de pasajeros. Ser pasajera.
Una estela que va perdiendo fuerza...
ResponderEliminarpasajero en tránsito perfecto...
ResponderEliminarLa fotografía que escogiste me pareció sencillamente escalofriante.
ResponderEliminarGran poeta, precioso poema, como todos los que eliges.
ResponderEliminarSúperfan de tu blog
Muchas gracias por la publicación! :)
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