Fotografía de Steven Meisel |
Doblé con cuidado sus camisas
y vacié la gaveta de la mesa de noche.
Dada la magnitud de mi dolor,
leí a Marguerite Duras,
hostil y dulzona ella,
tejiendo un chal para su amado.
Al quinto día
abrí las cortinas.
La luz cayó sobre el cubrecamas manchado de grasa,
el piso lleno de desechos,
el marco de la puerta descascarado.
Tanto dolor,
por cosas tan feas.
Miré una vez más su cara de ratón
y tiré todo por el bajante de la basura.
La vecina,
alarmada por semejante volumen de basura,
me preguntó si me sentía bien.
Duele, le dije.
En mi buzón colocaron un anónimo:
“el que tenga un amor
que lo cuide
que lo cuide
y que no ensucie el bajante de basura de la comunidad”.
Miyó Vestrini - Marie José Fauvelles Ripert -
(Francia, 1938 - Venezuela, 1991)
de Valiente ciudadano, 1994, Monte Ávila Editores
Prólogo de Julio Miranda
(Edición póstuma)
para leer MÁS
Como me avisó Vera...y le agradezco, ya fue publicado este poema en abril, junto a otro, en fin. Disculpas...
ResponderEliminarNo importa...es buen deportte la memoria. Alguna vez dijo Borges que habría libros que ya no volvería a leer, y eso es desesperante. Pero si existe alguien que nos recuerda, nos facilita la tarea. Me gusta este poema, sobre la decadencia de las cosas empujadas por un corazón desolado...
ResponderEliminarhola te felicito por tu blog, yo también tengo algunas muestras poéticas de Vestrini en el siguiente blog
ResponderEliminarhttp://masqueletrasylinguistica.blogspot.com/
los invito a visitarlo y a que me envíen sus opiniones, gracias...
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