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LA FRACTURA DEL LENGUAJE DE LOS LINGÜISTAS
APLICADA A LA VIDA COTIDIANA
Le dije que me gustaba, y quedé insatisfecha.
La verdad era que a veces no me gustaba nada,
pero no podía vivir sin ella.
Le dije que la quería,
pero también quiero a mi perro.
Después le dije que la amaba,
pero mi incomodidad fue mayor aún:
no tenía un cúmulo de buenos sentimientos,
a veces mis sentimientos eran muy malos,
quería secuestrarla, matarla de amor,
reducirla a la esclavitud, dominarla.
A veces, sólo quería su placer.
La complicidad que reclamé
era imposible: ¿qué complicidad se puede establecer
con alguien cuya sonrisa nos lleva al paraíso
y cuya indiferencia nos conduce al infierno? (William Blake)
Decidí prescindir del lenguaje,
entonces me acusó de no querer comunicarme.
Desde hace unos años, sólo existe el silencio.
Encuentro, en él, una rara ecuanimidad:
la de los placeres solitarios.
Cristina Peri Rossi
(Montevideo, Uruguay, 1941)
Vive en España
ESCRITORA/POETA/LICENCIADA EN LITERATURA COMPARADA/PERIODISTA/TRADUCTORA
de Inmovilidad de los barcos, Bassarai, 1997
para leer MÁS
¿Por qué escribe?
ResponderEliminar- ¿Acaso gana el silencio?.
A la larga se impone el silencio, que es el origen y precede a la palabra creadora...
ResponderEliminarMe encanta el verso "Decidí prescindir del lenguaje" no del habla, no, del lenguaje, nada de voz, nada de gestos, nada de nada.
ResponderEliminarBuen fin de semana!!
ay
ResponderEliminarha de ser ahí donde está lo verdadero
Eso es lo que pasa cuando no se puede vivir sin el otro. Es bueno necesitarse un poco, pero cuando el otro nos resulta imprescindible, estamos jodidos. Amor y esclavitud no creo que vayan de la mano.
ResponderEliminarMe gusta bastante. Besos, flaca.
esta mina me anda pudiendo
ResponderEliminargenial
besitos emma