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ERRABUNDEO
Pasaron muchas cosas. Pasó un autobús,
un hombre sin manos. Un vendedor, un espacio
de tiempo, un escaparate de peines,
un semáforo aturdidor, un lapso de ansia,
un pasajero sin billete, un hotel donde puse
la mirada, una habitación desolada,
unas ganas de fumar infinitas, pasó
un ser del futuro, un significante onírico,
y la vendedora.
Pasó tu pelo.
A veces tengo esa sensación de que son las cosas las que pasan-a mi lado, sobre mí, a pesar de mi...-y yo quieta, inmóvil. Adoro el verso final. Una maravillosa forma de cerrar el poema.
ResponderEliminarBeso, Emma
Ayer iba por los pasillos de la facultad y pasó la belleza caminando, y su pelo inquieto casi me rozó, y su aroma, se quedó mil horas a vivir conmigo y no me dejaba concentrarme en el libro...
ResponderEliminarY se supone que se fue. Mala idea.
ResponderEliminarPor eso fumo: para que al menos las ganas de fumar no pasen en vano.
ResponderEliminary sin embargo parece que no pasó nada....
ResponderEliminarCosas que pasan y tantas que se quedan. Preciosa imagen.
ResponderEliminarAbrazo.
También nosotros al horrísono nos vamos fugando, con nuestras ansias. Buendíaaaa
ResponderEliminarLa vida es eso, cruces de personas, situaciones y sentimientos que nos van impregnando, delicioso texto de sensaciones cotidianas, siempre diferentes.
ResponderEliminarbesos
Pasó de todo! y tanto en París!
ResponderEliminarquedarme en el escaloncito del ventanal, y también salir al encuentro de una brisa de un sol que me acaricie!
Besos!
Coincido con Halcón,
hermosa fotografía :)
Pasó el tiempo....y algo quedó.
ResponderEliminarBonito, Emma.
Me vino a los recuerdos eso de: las cosas abren alas para que yo pase
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