Fotografía de Egor Shapovalov |
Sostengo la más vieja palabra que conozco
en mi mano hecha copa
suave como piedra
calentada por el sol.
La froto suavemente, pero
no libera su secreto.
Anoche me besó
en los labios, me hizo
compañía un rato
cuando la alimenté, la sostuve
frente a la luz
antes de dejarla ir.
Hoy me muevo
de cuarto en cuarto
sin ir a ninguna parte.
Fragmento a fragmento
junto delgadas
membranas de sonido
y cualquier cosa que golpee
digo
Pase.
Fotografía de Egor Shapovalov, serie "Yuliana" |
QUÉ MÁS
En una pausa entre
un futuro y el próximo
entramos de puntillas
y nos movemos por el aire
como una veleta
que gira sobre su eje.
Como un pájaro en repentinas elevaciones
exploramos una constante
corriente de horizontes
un día de cielo que pasa
consintiendo la luz un sonido
con silencio propio.
Y si el viento es apropiado
levantamos los brazos
y volamos.
Sencillo, y muy hermoso. Gracias por compartirlos.
ResponderEliminarQue tengas excelente inicio de semana.
…cuántas veces no habremos ido en este tren de vagón en vagón sin ir a ninguna parte…pensando ¿y si todos estos pasos se juntasen, si nos diésemos todos los ‘yos’ la mano y fuésemos de puntillas, en procesión, llegaríamos acaso a algún lugar y avanzaríamos al fin quietos o seguiríamos permaneciendo en extraño movimiento, cuidando con esmero esas membranas y diciendo a todo lo que nos golpee ‘pase’?…por favor…
ResponderEliminar…qué belleza la de una veleta que gira sobre su eje, pero también qué aterrador el saber que si todo va bien ahí se quedará, y que sólo el error puede permitir el volar…aunque con que lo piense una décima de segundo, me quedo con el error, creo que es siempre el mayor acierto…
Gracias por las extrañas sensaciones de hoy, me han encantado estos poemas, sobre todo el último, con ese sonido con silencio propio y, sobre todo, la ilusión de un viento propicio que permita levantar los brazos y volar……(extraño esto último, y es que me ha vuelto a pasar que encuentro de nuevo aquí la sincronicidad, pues esta mañana el maquinista escribía precisamente de esto y aquí lo he vuelto a encontrar…creo que puedo declarar sin engañarme ¡he aquí una brújula! ;))
Un abrazo brujular.
Son bellísimos Emma :)
ResponderEliminar...muchas gracias por pasar ;)) Contesto allá, pero dejo otro abrazo enorme acá!!! (por cierto, hoy vi una mariposa blanca y me acordé de usted, espero que le llegara un poquito del optimismo del maquinista...)
ResponderEliminarSon bellísimos esos poemas. Tantas veces sostenemos en alto una palabra, como fuego, como esquirla quemando sobre la mano, sobre el paladar, cayendo a través de uno de tantos agujeros del alma. Y del segundo, poco he de decir tras todo lo dicho por el querido maquinista. Que me adhiero a la esperanza de ese instante en el que se nos permita volar...
ResponderEliminarBicos en este domingo que resbala...
"Y si el viento es apropiado
ResponderEliminarlevantamos los brazos
y volamos."
me quedo con este pedacito, todo en su escritura es de una suavidad que da gusto.
cariños de domingo
El primero embriaga ya que llevo la mano a la boca para sentirlo como si de una luciérnaga se tratase. El bonus sacá más luz todavía a la ideastro del primero, me proyecta, me clava en el timón todavía más, pues veo henchidas las velas sabiéndome ahí entre esos espacios abiertos que dejan pasar, un pasado mañana o el hábito de hace cinco días. Es necesario saber donde recae el punto ágil del velamen para escribir estos versos. o como dice "el maquinista" la brújula.
ResponderEliminarKarla! qué linda sorpresa me das! Te debo incontables visitas. Un gran abrazo.
ResponderEliminarMaquinista, tus palabras me dejan estupefacta. Las disfruto. Siento algo muy similar al leer a Vera. Ustedes le sacan el jugo a los poemas. Y puedo ver más allá de lo que había sentido al leerlos.
ResponderEliminarGracias
Me alegro Axis! besos
ResponderEliminarSi Cronopia, son suaves, pienso que debe tener gran mérito el traductor también. Un beso.
ResponderEliminarCCRIDER, dame la brújula!!!
ResponderEliminarGracias a ti Emma por disfrutar, y qué lindas palabras dedicas a las mías, un honor recibirlas (y, para qué negarlo, me encanta 'estupefactar';))
ResponderEliminarY también un halago que me vea sentada a la misma mesa que Vera exprimiendo poemas, pues ella lo hace como nadie..
Muuuás!
Escapo de mi isla cuando cierro los ojos.
ResponderEliminarLa libertad de leerte no tiene precio.
Saludos,
Es curioso lo que dice Emma, porque desde el principio me sentí muy identificada con Maquinista. Y con el tiempo esta sensación se ha ido afianzando...A veces pienso que tiene algo que ver con el hecho de ser gallegas. De esa clase de gallegas que tienen ojos soñadores, en los que van a romper las olas del mar(sobre todo en sus maravillosos ojos azules...)Bico
ResponderEliminarSiento lo mismo Vera ;))
ResponderEliminar...y mi padre, que entre otras muchas cosas fue marinero, y además sabía de mi amor por el mar, me dijo una vez que no tenía que preocuparme si algún día me veía encerrada tierra adentro, que lo llevaba siempre en el mirar, que me habían hecho los ojos azules por eso, porque no había nada más bonito que el mar...Y así me gusta pensarlo, que los sueños de mis ojos son eso, rompeolas desde los que poder soñar..
Me has emocionado, Vera. Le deseo pues, para hoy, mucho sentimiento y aún más felicidad!!
Me encantan las identificaciones, me emociona cuando se expresan, y en estos días estoy tan sensible!
ResponderEliminarPero leerlas a Vera y Maquinista me resultó sensacional.
Vera siempre me encantó y Maquinista con su historia del padre definitivamente me hizo soltar las lágrimas! jeje, Ema no pude evitar este comentario, es que me pareció tan maravillosa la comunión, incluyéndote, que tuve que contárselos.
Besos :)
Axis, podés decr lo que quieras y cuando quieras, sos más que bienvenida! Besos también! CARPE DIEM, que está precioso!!!
ResponderEliminarGracias Axis, por emocionarte y por compartirlo ;))
ResponderEliminarUn beso de maquinista!