Dejar las puertas abiertas
para que entre todo el aire que haga falta
no es una brisa, es una espera huracanada.
Prefiero entonces
dar un portazo con el ruido suficiente
para romper el marco,
que la pared devele
por fin sus grietas.
Que sepas que fue amor
y por eso
este adiós.
Siempre tuve miedo
a ahogarme con pastillas
ese momento exacto
en el que le das poder a tu lengua
empujar o expulsar.
Intento que se disuelva,
tomarme el tiempo hasta sentirle
el gusto que empieza
a raspar por la garganta.
Cuerpos extraños ante los cuales
moverse con cuidado.
¿Cómo saber la dosis exacta
para no atorarme
con una salvación posible?
Tragar o expulsar.
¿Cómo saber con vos
a qué verbo darle paso?
No tengo el coraje suficiente
para agarrar una taza
estrellarla
contra el piso de la cocina,
tirar dos platos que reboten
contra la pared,
gritar el triunfo de la locura.
Nunca tuve tantas ganas de romper
sé controlar mis impulsos.
Todo lo que evito destruir
se quiebra adentro
con un pulso mudo. La mente
no está al resguardo
de manos sensatas.
Todos los besos que vinieron
después del tuyo se borran
como pasos débiles
en la arena.
Todos los poemas que escribiéndose
me arroparon
mañana serán objeto
de mi propia burla,
será pavada
lo que fue angustia.
Sólo por haberme escrito
pude dejar de ser quien era.
Experimento no planeado, Enero Editorial, 2024 |
Marina Casas
(Buenos Aires, Argentina, 1986)
POETA/BAILARINA DE TAP Y ESTILOS URBANOS/
AUTORA/COREÓGRAFA/DIRECTORA DE OBRAS DE DANZA-TEATRO/
GUIONISTA DE CINE
de Experimento no planeado, Enero Editorial, 2024
para leer una reseña en RESISTIENDO CON IDEAS
en INSTAGRAM
en FACEBOOK
oHH ME HAN ENCANTADO!
ResponderEliminarGRACIAS!
Muito lindo tudo aqui! Bju
ResponderEliminar