En este momento de partida
apunta tus flechas rojas
desarma al relámpago
y abre amplia
la puerta de mi exilio
Cierra el rostro abierto del cielo
y cabalga la distancia
Yo añoro tan profundamente
que las orillas abran sus mares
y que los caballos se desboquen
Ahora yo llevaré los caminos y
las palmeras en mi maleta
Yo veré mis lágrimas
en los diarios de la tarde
y sellaré las estaciones
Comencemos nuestra canción
Aquí está Beirut que te lleva
Como sus propias ropas
tu debes acomodarte bien en la
superficie de su gloria
abandonando las lágrimas.
En su azul espuma.
Ella te contiene
como la eternidad
como el sentido del inicio que
llega con la certeza
¿Cómo puedes estar muerto y
sin embargo tan absolutamente
presente?
Dejemos que los ríos
abandonen sus cielos
y que los mares se sequen
todo en el Universo tiene un fin
excepto mi sangre derramada
Cada vez que yo pienso en ello
tu permaneces tan grande
como tu muerte
Los aviones de guerra te escogen,
te descubren,
plantan su oscuridad en ti.
De todas esas últimas visiones
Nubladas
¿Cómo tu comenzarás la
Historia de la cosecha
los aviones de guerra
te seleccionan
al inicio de tu sueño,
al final de tu sueño
¿Con cuanta frecuencia explotó
sobre ti el cielo con odio?
¿Con cuanta frecuencia fuiste
tú apartado?
¿A cuanta masacre sobreviviste?
Ahora tu reúnes todas las heridas
refugiándote en la muerte,
llevando los sueños como alas.
-May Musa Sayegh-
(Gaza, Palestina, 1940)
POETA/ESCRITORA/ACTIVISTA POLÍTICA/FEMINISTA
Traducción de Said Alami
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Hermoso (y desgarrador).
ResponderEliminarPor cierto, no se me pasa por alto el hecho de que lo hayas publicado el día en que se conmemora la Nakba.
Me encontré con este poema hace semanas Olga, y buscando sobre él descubrí que el 15 de mayo era la fecha conmemorativa del éxodo palestino de 1948. Por eso lo dejé para este día. Un abrazo
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