TAN TARDE
Nunca ha sido tan tarde ni en el tiempo ni en la piel.
Tanto nunca los relojes aplaudiendo la nieve entre sus
[manos.
Ha sido nunca,
pero es hoy y tarde,
entre los ojos de un visillo que mira caer la lluvia de
[hojalata,
los maniquís que acusan de ronquera a las vecinas,
los niños cazando su sombra en los escaparates.
Nunca tanto y ha sido tan tarde.
Escribir con mano risueña.
Mis dos trenzas aquí,
hacia delante de la pluma.
Regresar al pellejo de mi mañana,
a la tumba de mi noche-
No escapar por temor a las curvas de un pensamiento
[añil,
de una ceniza regresando a lo solo.
Tarde tan
y nunca ha sido.
de Monopolios, Prensas de la Universidad de Zaragoza (PUZ), 2014
Colección La Gruta de las Palabras nº 86
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de la tarde sola cenizas. Solas.
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