Fotografía de Ann Keel |
No es como un cuchillo en el estómago.
ES UN CUCHILLO EN EL ESTÓMAGO
día y noche
noche y noche
como las campanas de Eichstatt del desvelo
que no mata
sólo duele
ahí, justo ahí
y no deja dormir, ni comer. Tampoco hablar.
Giovanna Pollarolo Giglio
(Tacna, Perú, 1952)
de La ceremonia del adiós, Peisa Editorial, 1997
extraído de URBANOTOPÍA
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Genial!! Un abrazo.
ResponderEliminaruffffff... conozco la sensación...
ResponderEliminarimpresionante el poema!!
gracias!!
Doy fe de los tiempos pasados...
ResponderEliminarpero sí escribir.
ResponderEliminarbesos.
Pocos versos claros que expresan un dolor que todos sentimos alguna vez.
ResponderEliminarBesos Miriam.
Me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso, Emma