Fotografía de Isa Marcelli |
He visto frágiles niñas extraviadas,
que se ocultan tras el paisaje invernal del rostro de una mujer
que solo aspira a envejecer serenamente.
Me he enamorado de la desesperación de una mirada,
En los ojos de una mujer dormida
que soñaba con las miserias cotidianas de estar siempre acompañada.
Cuando miro a una mujer comprendo la dolorosa incertidumbre
del cosmos...
Ese desnudo despertar de la nada,
que oscurece la razón del existir.
He soñado desde niño con ese beso
que ya he recibido.
El beso de una promesa que jamás
podrá cumplirse.
Un beso que no tiene labios ni lengua,
sino el ansia de dos almas desgarradas
por la piel de la memoria.
Qué es una mujer?
Sino la estupefacta verificación
de que no estamos.
Que somos un sueño olvidado
en el espejo del tiempo...
Flotando como fantasmas
entre las preguntas de la carne abandonada.
para M.A, Club de Cultura Plasma, 2005
B O N U S T R A C K
PREOCUPADO
Qué pasará mañana
si esta tarde
no me ocupé de mi futuro,
si no me ocupé de mi imagen
ni de mi bolsillo
si no me ocupé de nada ni de nadie
por importante que fuera
Qué pasará mañana si esta tarde
fui feliz
(Lanús, Buenos Aires, Argentina, 1946 - 2023)
ESCRITOR/PERIODISTA/ACTOR
para leer + en POLÍTICAMENTEHABLAN2
+ en EMMA GUNST
La última estrofa del primer poema es pura maravilla. El segundo poema hay que vivirlo...Bicos
ResponderEliminarMire usted a Enrique, a quien yo leía en mi adolescencia en las Cerdos&Peces. El glorioso y salvaje Symns, nuestro Bukowski vernáculo. Un tipo sin pelos en la lengua, más bien, la lengua envenenada. No lo tenía en esta línea delicada.
ResponderEliminarUn abrazo.
me gusta una barbaridad.
ResponderEliminarbesos.