Yo venía de la guerra
es decir de un nuevo engaño
de esos que, al igual que el dolor, hacen bien a la dignidad narcisista
según había leído en un poema de Pier Paolo Pasolini
y que ahora llevaba como marca en la frente
-en cada herida una lección para el futuro
vacío pero inmenso-
Ya había escuchado el ruido de las aspas
y el humano deseo
de abrazar hasta los párpados
Conocí la metralla en el teléfono
y en el océano las yardas
Sorbí el trago de París a fondo blanco
parte a parte lloré por Alemania
Tuve horrendas pesadillas
recuerdo especialmente un viaje en elefante
-de viajes no me hablen-
Me persiguen las imágenes
de cuerpos mutilados
en los campos
brazos antebrazos frutos de la carne
Qué sangrientas las batallas, Susan Howe
Yo venía de la guerra
y sólo traigo unos poemas
Hay miedo en el dolor
ayer no más decía
y estas palabras para un nuevo encuentro
lo importante es invisible para los ojos
porque el odio fluye en un río de sangre
es decir de un nuevo engaño
de esos que, al igual que el dolor, hacen bien a la dignidad narcisista
según había leído en un poema de Pier Paolo Pasolini
y que ahora llevaba como marca en la frente
-en cada herida una lección para el futuro
vacío pero inmenso-
Ya había escuchado el ruido de las aspas
y el humano deseo
de abrazar hasta los párpados
Conocí la metralla en el teléfono
y en el océano las yardas
Sorbí el trago de París a fondo blanco
parte a parte lloré por Alemania
Tuve horrendas pesadillas
recuerdo especialmente un viaje en elefante
-de viajes no me hablen-
Me persiguen las imágenes
de cuerpos mutilados
en los campos
brazos antebrazos frutos de la carne
Qué sangrientas las batallas, Susan Howe
Yo venía de la guerra
y sólo traigo unos poemas
Hay miedo en el dolor
ayer no más decía
y estas palabras para un nuevo encuentro
lo importante es invisible para los ojos
porque el odio fluye en un río de sangre
(de Los Bajos Sentimientos, Monte Ávila Editores Latinoamericana CA, 1993)
Fotografía de Natasha Klimchuk |
"No soy yo quien te engendra. Son los muertos"
Jorge Luis Borges
HERENCIA
I
Pertenezco
a este pedazo de la tierra
Reconozco como mío
el aire
que fue de mi infancia
los relatos de mis padres
jóvenes y eternos
cuando su vista levantó
de estos valles
a esos
héroes trágicos
Aquí estaba su deseo
Yo me hundo junto a los muertos
que nos procrearon
porque todo lo que soy es herencia
II
Yo soy aquella en la fotografía
de pie
entre el miedo y el deslumbramiento
Le he sido fiel a su memoria
a cuanto sus ojos recuerdan
de aquel cielo
al lomo
de los caballos relucientes
Pero vuelve el recuerdo
de aquella ocasión en que quise sustraerme
y no hallé lugar que me resguardara
de mis despóticos fantasmas coloniales
III
Así me hundo en esa putrefacción cálida
mientras manos que son de nadie me arrancan del cuerpo
(inédito)
Yolanda Pantin
(Caracas, Venezuela, 1954)
POETA/ENSAYISTA/EDITORA/
AUTORA DE LIBROS PARA NIÑOS
para leer MÁS
Ambos poemas muy bueno. Me impregno de sus hermosas imágenes.
ResponderEliminarUn abrazo
Es indiscutible lo poderosa que es su poesía. Lamento no tener ni un sólo libro suyo.
ResponderEliminarUn abrazo María!