Obra de Leticia Vera |
entre dos mil encantos,
aúllo con el grito,
con un solo grito.
El que posee la mujer
perdida entre los escombros
de lo que fue y no es,
pero aun late.
¡Maldita muerte viva!
Yo te alimenté,
te hice crecer.
Eres un manojo de recuerdos
infectados, malheridos, torpes,
que yo te regalé.
Así te contagié el mal
que hechiza el empezar
a contar de nuevo,
el estrenar una vida nueva.
Pero vienes,
has venido a verme
sobre tu búho gris.
Has callado,
y me has mostrado
el muérdago
que rodea tus caderas,
convirtiéndome en tu presa.
Sin vuelta atrás.
Leticia Vera
(Toledo, España, 1982)
una hermosa RESEÑA
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No sé, me hace pensar que siempre somos escombros, depende de nosotras reagruparlos en mosaico...Me admira esta gente capaz de escribir y dibujar, y hacerlo de tal modo....Besos
ResponderEliminarPara contar hay que empezar de cero cada día, por no decir a cada rato. Un abrazo, Flacanomeclavestuspuñales.
ResponderEliminartengo un problema: me gusta pero no me gusta... no sé.
ResponderEliminarDe todas formas coícido con el señor de arriba, hay que hacerlo así, de cero, o no se hace...
Un besote
A mí este poema me ha alcanzado, me gustó mucho. Deshacer lo hecho, convertirse y no dejarse cubrir por el sentido de lo ausente...
ResponderEliminarBeso Emma!!!
y gracias,
como siempre ;)
Quién pudiera ser presa; así, bajo semejantes circunstancias....
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