Fotografía de Andreea ''Cigaro'' Anghel |
ELLA/LA MISMA
Me miro en el espejo
y no he dejado de ser
la misma
la que creyó en príncipes
la virgen
la que leía libros en el bus
la misma
con sus faldas cortas
y sus piernas flacas
la de la invariable rutina
de la casa al instituto
del instituto a la casa
la misma
la que medio soñó con hijos
la que pasó seis años con el
mismo novio
la que se equivocó
pensando que lo amaba
la misma
la que no miraron
cuando ella los miró
la que ahora escribe
en tanto un hombre
¿su príncipe tan esperado?
la deja la olvida la ignora
o la evade
ella/ la misma.
(de Brutal batalla de silencios, Editorial Cultura, 1990)
AL PARECER EL TEXTO
Qué es
Es amor
Es dolor
O es un espantoso resentimiento
De siglos
Por ser mujer
Por lo que implica
Por los dolores
En la sala de parto
Por el postparto
Por la memoria colectiva
Por todas las otras mujeres
En las que a veces me resumo
Por esta sempiterna necedad
De asumir
El sexo débil
(de Realidad más extraña que el sueño, Guatemala: Editorial Cultura, 1994
Premio 15 de septiembre de 1992)
RUTINA DEL AÑO 90
Dejar de soñar despierta
lavarse temprano los recuerdos
decir los buenos días a los (tus) fantasmas
desayunar olvidos
tomarte el juguito de qué te importa
preguntarle al espejo que tan bonita
calentar el corazón para que arranque
salir a la calle e indagar
con el primer fulano que aparezca
que cuál es el misterio que lo anima
subir al ruletero sentarte debajo encima de
tocar en la séptima puerta roja y en todas
sonar y siempre sonreír y darte cuenta
que todo acontece con sangrienta
luz de ciudad universitaria
9pm regresar a casa
sin encontrar el camino.
(de Brutal batalla de silencios, Editorial Cultura, 1990)
B O N U S T R A C K (x2)
PUDISTE HABER SIDO NORMAL
Me reprochaba mi abuelo
Sin embargo
Siempre sentí este vértigo
Producto de aquellas
Novelas de aventuras donde
Margarita de Poitiers
Le abría el balcón a
Enrique VI y
Yo me introducía invisible
Mientras él se escurría
Entre sábanas de seda
A tomar para sí
A su dama de terciopelo
Y la Poesía Dios mío
la Poesía
Con aquel intenso sentimiento amoroso
si era Bécquer
o
Aquellos madrigales embriagándome
Las noches
Y era yo las princesas
de Rubén
Y yo deseaba ardientemente
Que Darío lamiera
Mis pezones incipientes
Y fui Matilde o aquella solitaria
Sirena
marcada con colillas de cigarillo
Del poema de Neruda
Ninguno de esos mundos
me fue ajeno
Ni sor Juana y los miles de
Hombres necios que repetí
Ahita de resentimiento
Pero las palabras de mi abuelo
Insistían
Pudiste haber sido normal
Haciendo de la cocina
Y el tejido
un arte para
Cazar marido
Pero ella
la amada
la bien amada
La a veces comprometida
la exiliada
La erótica y sensual
la cancerbera
No me ha dejado ser
(de Realidad más extraña que el sueño, Guatemala: Editorial Cultura, 1994
Premio 15 de septiembre de 1992)
VOY PERDIENDO
Voy perdiendo mis labios
Mis succionantes labios
Voy perdiendo mi boca
Mi anhelante boca
Ya no tengo nariz
Ya no me huelo
Ya no tengo oídos
Ya no me escucho
En suma
Me voy perdiendo
Quién soy ahora
A quién le pertenezco
Toda mujer le pertenece
A alguien reza el dicho
Entonces
Voy perdiendo mis piernas
Mis pies
Mis manos
Mis pechos he perdido
Mis lujosos pechos de vaca
Lechera SE FUERONNNN
Ya no tengo caderas
De mí queda
sólo un hoyito
Un hoyito calvo
Un hombre aún me mira
Pero estoy sin sexo
Quién soy ahora
Quién soy ahora
Quién soy ahora
Ya no tengo caderas
De mí queda
sólo un hoyito
Un hoyito calvo
Un hombre aún me mira
Pero estoy sin sexo
Quién soy ahora
Quién soy ahora
Quién soy ahora
(de Realidad más extraña que el sueño, Guatemala: Editorial Cultura, 1994
Premio 15 de septiembre de 1992)
Aída Toledo
(Guatemala, 1952)
(Guatemala, 1952)
Acabo de reparar, cuando dice "sala de parto" en lo metafórico de esa sala: parto (quebrarse, irse). Hay un antes y un después de esa sala, de esa partición. Luego viene ese resentimiento espantoso, casi inevitable, porque de allí en más primero somos madres y luego mujeres. No me es fácil asumir (no sin rabia) que tengo el sexo débil.
ResponderEliminarTres sacudones tres.
ResponderEliminarSaludos.
Buena elección para el día de hoy.
ResponderEliminarGracias, estupendo blog.
No puedo dejar de pensar en lo que somos (los hombres), en relación a las mujeres; en el aspecto que adoptamos; en la sutil provocación que excusa, simplemente, ese deseo insatisfecho de poblarlas dulcemente.
ResponderEliminarNunca mejor domingo para mí que este de mates, solcito y buena poesía.
Frente al espejo somos el mismo, y otros, a la vez. Eso nos desespera.
ResponderEliminaray
ResponderEliminarlos leí el otro día!
qué perfectos
voy a leer más
A pesar de estos tiempos más favorables para nosotras, no dejo de sentir eso que ella dice tan bien en el segundo...Besos
ResponderEliminarDiscrepo por lo de sexo débil. El poema lo expresa perfectamente, de débil, nada de nada. He dicho...
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