Fotografía de Egor Shapovalov |
NO FLUYE SANGRE
No he venido a traerte la violencia
que habita en mi corazón.
No he venido a mostrarte mis ojos despintados
y mi último vestido.
No he venido a distraerte ni a olvidar.
Ni vengo a matarte ni a vivir de tu sombra.
He venido a verte envejecer y a que
en tu decadencia me veas como nunca me viste:
Fría, paciente y azul como un cadáver.
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Violentamente hermoso. Besos
ResponderEliminarHe venido a verte envejecer y a que
ResponderEliminaren tu decadencia me veas como nunca me viste:
Fría, paciente y azul como un cadáver.
Sin duda, me fascina este final. Gracias por compartir y enseñarme en algunos caso.
Un bezzz
Contundente...y bello. Besos
ResponderEliminarDevenir terrestre que anega el engranaje aunque los cuadernos geográficos de la vida continúan más allá de vestidos, maquillajes y tierras camuflantas. Fría como una lata de sardinas.
ResponderEliminarJusto lei este poema por primera vez hace unos 5 dias! que casulidad je! me pareció durisimo!
ResponderEliminarBeso grande!
Es triste pero redondo.
ResponderEliminarBesos, Emma.
Pequeña Dido en el infierno...
ResponderEliminarEste poema me ha dejado estremecido, Emma. Ufff.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y agradecido.
Leo
Fuertísimo.
ResponderEliminarBesos.
Quisiera ser asi...
ResponderEliminarPero la sangre fluye...la sangre 'tira'...
ResponderEliminarlo leí ayer, hoy puedo comentar...
ResponderEliminarporque estoy menguando a azul
Y cuando todos pensaban que era una hermosa declaración de amor.... FUA!
ResponderEliminarUffff, qué fuerte. Un poema buenísimo.
ResponderEliminarMuy buena elección, Emma.
Un abrazo fuerte
Ana