Fotografía de Metin Demiralay (demiralaymetin@gmail.com) |
No voy a contestar esa llamada
trae una voz de uñas rayando la pizarra
y un repertorio de rostros de la náusea
que conozco de sobra.
Corté los hilos limpié las huellas
detuve todo flujo que pudiera extenderse
del uno hacia el otro.
Barrí tu cuerpo de huesos y carne
fuera de mi cabeza.
Todo lo tibio también todo a la calle.
Y tú sigues repicando
incansable entre los tubos
vacíos de mis arterias.
Arrgggg, muy bueno.
ResponderEliminarEsta mañana leyéndote, pensé que el contrapunto perfecto para el poema del silencio, sería uno de Miriam Reyes. Et voila. La verdad es que sus poemas no dejan indiferente, se parecen mucho a ese sonido de uñas rayando la pizarra, como chirridos atravesándo los oídos de tu conciencia. Por eso me gustan. El poema de la mañana era como ese silencio del que hablaba. Dos amalgamas perfectos(no siempre es fácil encontrar esa síntesis)...
ResponderEliminarBesos
Hay ruidos disonantes, en verdad.
ResponderEliminarQue tanto mas se puede decir...
ResponderEliminarPrecioso y triste a la vez..
Besote!
sí, escucho el eco
ResponderEliminarEsa Miriam!! Cómo duele..
ResponderEliminarFabuloso :0
ResponderEliminarAyer también dejé sin contestar esa llamada. Cerré la ventana.
ResponderEliminarPorqué no aparece Leo Mercado ahora, eh?
ResponderEliminar;)
Ok, recibidos todos los ohhhh!!! auch!!! yeah!!! y "demases" onomatopeyas... trataré de seguir encontrando poemas que me curen heridas o zanjen mas las existentes. Un abrazo a todos los presentes.
ResponderEliminarLa sentí,
ResponderEliminara voz de uñas rayando la pizarra.
Impresionantes imagenes.
Un beso
Es que me parece que no sabes hacer limpiezas. Limpieza es limpieza! Si siguen repicando cosas es porque todavía hay mugre..
ResponderEliminarbesito♥
Muy bueno Asdril!!!
ResponderEliminarPorque Leo Mercado, gran parte del tiempo, limpia huesos, dilucida los pormenores de la muerte impresa en osarios ajenos (y sus derivados) y escribe eso que han dado en llamar prehistoria (y que él duda que sea un reflejo de la verdadera trama del tiempo) en un laboratorio abarrotado de trastos.
ResponderEliminarAhora sí, y a propósito: estamos llenos de gente. Todos nosotros. Miramos el espejo y éste nos devuelve sólo un cuerpo (cuanto mucho). Pero hay más, muchas personas más. Nos laten, nos circulan, nos aprietan, nos vuelan, nos llevan....
ResponderEliminaray ay ay... que buena descripción de un dolor tan profundo... de una partida inevitable... de las ganas de retener ese gran amor con espinas...
ResponderEliminarArtérias cada vez mais vazias... vazias de coisas... de pessoas... Tocou-me profundamente.
ResponderEliminarvacíos arteriales, muy bien
ResponderEliminarCreo que ya no voy a ser "yo" quien haga esa llamada, estos últimos días pienso en que ya es momento de olvidar.
ResponderEliminarSabré ya cuando ello haya ocurrido verdaderamente, aunque todavía tiene que ocurrir la verdadera limplieza como dice Asdril!
Besos :)
uf, por dios!
ResponderEliminarque poema perfecto! (viste esas cosas que lees y decis: cómo me gustaría ser capaz de escribir esto!) exactamente así me siento.
gracias inmensas por presentarmela.
un beso
:)
Debo decir que me encandiló el segundo comentario de Leo Mercado.Asi que espero que no te importe, querida, que le dé las gracias en tu espacio por el mismo...
ResponderEliminarNo Vera, para nada me molesta, es más...adhiero. Leo Mercado escribe muy pero muy bien, te recomiendo que lo leas.
ResponderEliminarBuenos días!!!
Leo Mercado agradece y comparte su sonrojez...
ResponderEliminarCortar hilos,limpiar huellas, extirpar recuerdos y asociados, dar vueltas el ser, fregarlo de un lado y del otro. Parece que no basta. El problema son los vacíos, seguro que allí se alojan los inmateriales pedazos de eternidad...
ResponderEliminar¿Pero y el dolor? alguna forma tiene que haber para quitar el reverberante dolor...
Miriam, ha sido un placer visitar tu bellísimo espacio. Te dejo un abrazo muy grande. Psyche