31 de julio de 2011

Eva Márquez, Códigos (+1)

Fotografía de Daria Endresen


Enamorada de la timidez de tu silencio
la sobreprotección de tus abrazos
la atención de tus oídos
de las miradas sensuales de un hombre
de pocas palabras,
con el devenir de los años y
santa paciencia
aprendí a traducir cada gesto,
cada suave caricia, cada abrazo,
y logramos un todo homogéneo
como huevo y aceite ligados en mayonesa,
yo era conversación justa o en exceso
y tú la desmedida apariencia de entenderme,
utilizamos el método de los signos para
comunicarnos, tú escuchabas
y yo traducía la mímica de tus caricias y miradas,
adoraba el gesto pueril de tu cara
pidiendo un vaso de leche
tus llamadas desde el teléfono del cuarto
con susurros sobre tu inquietud
y miles de detalles que se me antojan
códigos del mundo de M a t r i x,
el nuestro,
fueron muchos los años de felicidad completa
sin abandonar el sufrimiento porque
amor sin sufrimiento no es amor,
pero la rutina del tiempo y las preocupaciones
por nuestros hijos hicieron
que desviaras tus miradas,
tus oídos cansados, se desconectaban al llegar a casa
y poco a poco mis palabras se enredaban
dentro sin ser pronunciadas,
me convertí en fuga de agua
de una vieja tubería donde
los escapes del flujo de mis pensamientos
buscaron otros oyentes,
nos distanciamos y destruimos nuestro particular
hilo de comunicación;
ahora, ya no sé descifrar las
contraseñas y passwords de tu código H T M L,
perdida y desorientada me muestro ante ti
como una mujer diferente,
con un constante sentimiento
de soledad, salvo la compañía de los hijos;
nada eriza mis sentidos,
y con la vaga esperanza de que al
leer este poema,
llegues a casa
y, para variar,
me arranques las palabras
y las emociones fugadas
dentro del resentimiento
a golpe de besos,
abrazos
y miradas
de esas tuyas que tanto extraño
y juntos busquemos
un nuevo código braille o de ceros y unos
para volver a entendernos y recuperar
lo que tuvimos.




Fotografía de Lina Scheynius (Suecia, 1981)

BONUS TRACK



P A L A B R A S


Cada silencio que resbala de mi boca es una palabra que muere en la tuya. 
Elena Lechuga (Áuryn)


Palabras
las que me faltan,
gemidos de tu boca
los que me sobran,
48 pulgadas de mudo sofá y
tu bandera en tienda de campaña
tu eterno compromiso,
catálogos de inocuos besos
naufragan en el sendero
de mis pechos
como agonizan
a cada minuto
las sílabas de mi silencio en la
comisura de tus párpados.




Eva Márquez (Madrid, España, 1974)
de Cosas que nunca te diré, Editorial Groenlandia, 2010
su BLOG

21 comentarios:

  1. Quizás sí, quizás llegó y cuando leyó el poema le arrancó las emociones. Pero ¿cuánto dura una fuga de este tipo cuando los códigos ya no son comunes? Dura lo que un poema.

    ResponderEliminar
  2. El devenir del poema va muy parejo al de la relación. Un día, sin que lo hayamos previsto, nos sentimos incomunicados. La comunión se rompe. Pero pienso que ha de ser cosa de dos. Que ambos deben hacer algo para mantener el ensueño. Que somos nosotros los que hacemos del silencio un monstruo inquebrantable. Quizás un poema sirva para restablecer los lazos. Será que hoy, domingo en la mañana, me he levantado positiva en cuanto al amor. Y que a veces pensar que no está en nuestras manos, es meramente una excusa. Besos

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, me encanta la foto de Daria. Esos amantes etéreos, y volátiles. Y la frase que acompaña al segundo poema...

    ResponderEliminar
  4. El tiempo logra a veces hacer estragos,verdad?
    Me ha gustado mucho este poema
    Besos emma,ya que quieres

    ResponderEliminar
  5. No lo había pensado! pero está bueno esto del "delibery de besos" ;)
    Gracias Loba!

    ResponderEliminar
  6. La elección del primer poema me parece genial. La frase de mi amiga Elena Lechuga increíble: soy su fan, creo que el segundo poema es de ella no? Áuryn es una escritora especial. Me encanta.

    Besos y gracias por tus palabras.

    Hasta pronto.

    ResponderEliminar
  7. Lo triste es que el pedido de delibery llegue a la persona equivocada,,,,,triste para todos ,,,,

    ResponderEliminar
  8. Romper el silencio es lo único que tiene perdón.

    ResponderEliminar
  9. Pluma, el poema es de Eva Márquez, sólo la frase inicial es de Elena Lechuga (he leído de ella, sé que es muy buena).

    Maia, Vera y Pluma...Me alegra saber que les haya gustado!

    ResponderEliminar
  10. Anónimo...no siempre es fácil saber a quién se le está abriendo la puerta. Siempre antes de cada tristeza hay una decisión extraña...

    ResponderEliminar
  11. Antonio, cueste lo qu cueste, también creo que siempre vale la pena romper el silencio. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Curiosos poemas, sobre el todo el primero. Nos inventamos un lenguaje cuando nos enamoramos para comunicarnos con el otro, y cuando este falla es realmente difícil reinventarse otro código.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  13. No es extraña, es tratar de vivir lo que no es,,,,

    ResponderEliminar
  14. Me encantó el primer poema. Muy real y lleno de sentimientos (:

    ResponderEliminar
  15. Aka, puede que sean "curiosos", sí, porque son una mezcla entre cotidiano y desprejuiciado...mi humilde opinión. Los tenía separados desde hace unos meses y se me habían traspapelado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Estimado Anónimo, no hay que tomar decisiones que nos entristezcan, ni conformarse con "lo que hay"... es preferible tener cojones.

    ResponderEliminar
  17. Me alegro Valee que te haya gustado. Te espero, un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Por eso mi primer comentario, el delivery de besos no siempre llega solo al destinatario y justo ahi comienza la tristeza para el que lee la orden del pedido, es mejor asegurarnos que el reparto o pedido de besos sea verdadero y no lo que hay, no es cuestion de decisiones,,,,o mejor dicho es cuestion de saber quien esta leyendo el pedido y de no engañarnos ,,,,ahi si hay que tener cojones, cuando es lo que hay hay que dar un paso al costado

    ResponderEliminar
  19. Por eso digo, y hago un mea culpa, hay que tener cojones, el amor no es para cagones. Y me temo, estimado, que también soy una integrante de ese club. No se sienta solo.

    ResponderEliminar
  20. No estoy solo,,,,,ya tire el carnet

    ResponderEliminar
  21. Querida Emma, es un inmenso placer ver mis poemas alojados en tu espacio, y aún más comprobrar cómo y cuánto han gustado a tus lectores. Cuando un poema o un verso nace de una emoción real (como es el caso) es algo más fácil emocionar y llegar al lector, y aplaudo tu labor de hacer llegar al prójimo dichas emociones ... coincido con todos los comentarios, en especial con el de Maia, los códigos duran lo que dura un poema; pero aún continúo luchando, solo que desde un flanco diferente, decidí convertirme en una aliada del silencio..

    Mil besoss y mil gracias,:))
    Eva Márquez

    ResponderEliminar

Poetas ocultos en la web 2.0...