31 de mayo de 2021

Viviana Abnur, 3 poemas 3 (+1)


Solo quien nunca trepó a la cuerda
quien nunca fue de veras 
trapecio mismo 
confunde 
la oscilación de un cuerpo semidesnudo 
sostenido por el aire 
con poesía

un trapecista de cepa lo sabe 
por eso 
no se encomienda a los dioses 
ni se persigna 
antes de saltar 

ocupa el breve tiempo que le queda 
en secar bien su mano 
con resina

entregará su humanidad 
por un instante 
al cruce meditado 
de los cuerpos en la altura 

el impulso es lo vital
lo sabe
respira hondo
y salta



Fotografía de George Christakis

RASH

Todo lo que sé de la muerte
lo aprendí de apuro
cuando te vi pasar en la camilla
a la terapia intensiva

yo era atea como vos
y solo vi
un cuerpo ajeno y liviano
pasar a la velocidad de la luz

y es que acaso vivimos confundidos
o solo somos luz y no otra cosa
porque supe de repente
en un instante
que vos en ese cuerpo
ya no estabas

te llevaban a Emergencias
como un trofeo de guerra
había prisa en los médicos por llegar
había prisa en la muerte
por huir del territorio

minutos antes pedías
que te trajeran un libro
minutos antes te abrazaba y me decías
sos tan buena

después la luz que se cortó en el hospital
la puerta medio abierta
y yo que te espiaba pude ver
cómo te rodeaban de velas
vivo todavía
como en un cuento de Poe

alguien me abrazó y lloré
perdimos dijo el doctor

y supe de la muerte
que tiene apuro papá
y en el apuro es desprolija
porque algo se llevaba para siempre
lo supe
pero algo no
ahí
en ese cuerpo derrotado
vos no estabas


Fotografía de George Christakis

Para desafiar al tiempo
su presencia indómita en mi entrecejo
su bocota mal hablada
monté semidesnuda a mi corcel
que tan fogosamente me insistía
y cabalgué
en el baño del Teatro San Martín
en pleno festival de poesía

así a oscuras 
la luna estalló 
contra mi pelo
un niño pude oír
suplicándome al oído
para desafiar al tiempo 
me quedé
estacada en el presente
con ese casi hombre
un casi desconocido
que bien pudiéndolo no hacer
solo me hablaba de amor


B O N U S  T R A C K 


Fotografía de George Christakis


REALISTAS

El que no conoció el mar
y no lo añora
crece tal vez
en un mundo finito
palpable




Viviana Abnur 
(Ciudadela, Bs.As., Argentina, 1964)
Reside en Haedo
Poemas pertenecientes al libro en proceso Rash
para leer una entrevista en REVISTA COLOFÓN
para leer + en LITERARIEDAD
+ en AROMITO
su BLOG



29 de mayo de 2021

Silvia Mellado, 3 poemas 3


Fotografía de Aino Kannisto

COOKING

Imaginé agarrarlo como a la carne picada
con todos lo dedos
para que se escape
deslizándose
amoldándose a las huidas.

O cortarlo en pedacitos
después de pelarlo
como al tomate
mientras se resbala
y me hace pensar
que es mejor vestido
sin tocarlo
mucho,
sólo consumirlo
para refrescarme.

Y si no, comerlo como al alcaucil
untarlo
chuparlo
deshojándolo.

O esperar
a que asome
con la misma presura
con la que me someto
a esas plantas que sólo florecen
si se las cuida excesivamente
para después no durar nada
como si fueran realmente
importantes.

Ahora que tengo un hombre en la mesada
no sé qué hacer con él
y las horas del almuerzo se me pasan.

(de AcetatoEduco, Neuquén, 2009)


Fotografía de Aino Kannisto

HERENCIA

Nos dejaron
por herencia
la idea de que todo pasado fue mejor
de que nuestras malas letras de rock
les arruinan el lenguaje que
sólo se decían en la intimidad.
Me achacan que no planche las camisas
con la misma inquietud
con la que se admiran
de que me acuesto ilegalmente
y no uso cancanes
cuando hace calor.

Ya hubo otras locas
que supieron suicidarse
o morirse
de sobredosis,
hasta las muertes están inventadas,
ni en la Patagonia desértica
podemos tener un gesto
innovador.
Ninguna presidenta como la gente,
maestras normales
pero amantes de Sarmiento,
malas costumbres
contemporáneas
y todo para que
criemos hijas
con resentimiento
pero en tiempo y forma.

(de AcetatoEduco, Neuquén, 2009)



Fotografía de Aino Kannisto

Confundida entre lo que escucha lo que lee y lo que piensa
mirando con el cuarto del ojo una cucaracha que sube por la
ventana al sur del continente
debajo de los tres mundos
debajo de la línea de pobreza
debajo de otro departamento
eternamente abajo
bien abajo.
Cuando cree que se siente sola y solo hasta que encuentra
la dulzura de animal tierno en los dos ojos que poco a
poco le regalan un nimbo de sommiers efímero pero eficaz
descubre que hay un solo abajo que le hace bien.

(de Celuloide, Colección chicas de bolsillo N° 6, 
La Plata, Editorial Universidad Nacional de La Plata, 2005)



Silvia Renée Mellado
(Zapala, Neuquén, Argentina, 1977)
Reside en Neuquén capital
POETA/DOCTORA EN LETRAS/PROFESORA
INVESTIGADORA DEL CONICET/
Premio Nacional de Poesía Alfonsina Storni (2021)
para leer una entrevista en LAMÁS MÉDULA



27 de mayo de 2021

Silvia Delgado Fuentes, 3 poemas 3


Fotografía de Agatha Katzensprung


HAY QUE PARAR EL MUNDO

Tenemos que parar el mundo hasta conseguir que la codicia pague con su vida este delirio.
Tenemos que pararlo, es urgente, los muertos se amontonan en desiertos, en selvas, en patrias sin tierra. Se amontonan fríos con las balas incrustadas en la nuca, en la frente, en la espalda.
Se amontonan los cuerpos reventados de trabajo, reventados de miseria, reventados de la violencia que a todas horas nos gobierna.
Hay que parar el mundo, no dentro de un rato, no mañana, no cuando llegue la primavera, hay que pararlo ahora mismo.
Detener la sangre que cada segundo se derrama.
Hay que pararlo, como sea.
Incendiando las palabras viejas, disparando a bocajarro desobediencia,
bombardeando sin descanso verdad sobre todas las cabezas.
Hay que pararlo ahora mismo para que no haya más asesinos en serie camuflados entre el oro y las armas.
Para que no haya traficantes de carne humana.
Para que no haya gobiernos matones.
Hay que parar el mundo, joder.
Hay que pararlo.


Ilustración de Lauren Cierzan

NO SOY VULVOPARLANTE

Soy mujer.
Formo parte de esta mitad de la humanidad explotada e ignorada desde el principio de los tiempos.

Cuando miro el mundo veo que la injusticia se ensaña aún más con nosotras y que es mayor nuestra pobreza.

Pero no voy a hablar de esto, de los siglos de infamia, ni de las violaciones, ni de la invisibilidad de las mujeres importantes de la historia.

Quiero deciros que, aunque muchas y muchos quieran últimamente cambiarnos de nombre, decirnos lo que somos y no somos, explicarnos con detalle sentimientos y discriminaciones… no soy “vulvoparlante”, aunque tenga vulva ni soy “persona que menstrua”, aunque menstrúe casi todos los meses.  

Llamarnos así me parece un ataque, un intento poco sutil de arrancarnos el significante para hacer desaparecer el significado.

De dejarnos en pelotas, de humillarnos.

Soy mujer y en este “mujer” del que yo hablo hay sitio para todas, para las trans y no trans, para las que aman de una forma u otra.

Pero si me alguien me preguntara qué soy además de mujer y de poeta, responderé siempre que sobre todas las cosas soy de la clase trabajadora.



SOSPECHO QUE SOY TERRORISTA

Yo antes no era así, vivía feliz mirando tele, trabajando en precario, leyendo poco.
Bebía cervezas, masticaba chicle, iba de compras, saludaba al jefe... Todo iba bien. Pagaba mis deudas , soñaba con que me tocara la lotería, con ir de vacaciones, con estar un día completo en la cama, en fin, cosas sencillas, compraba el periódico los domingos, saludaba de lejos a las vecinas, felicitaba las navidades a mi familia, todo bien , todo correcto.
Pero últimamente no sé qué me pasa, no sé cuando empezó todo, no sé, ciertamente, si el inicio estuvo en la ley de partidos, o fue antes, no sé si se agravó mi crisis con las detenciones, no sé verdaderamente si tuvo la culpa Bush o Aznar o Garzón o Marlaska, no sé si es por la censura, por la tortura o por la manipulación. No sé si tiene algo de responsabilidad en mi situación, Palestina o Irak o Guantánamo o Soto del Real, no sé si es porque llevan esposados a los jóvenes, a los emigrantes, a los disidentes, no sé si es por las huelgas de hambre, por los muertos de hambre, por los muertos de pena.
No sé si es por tanta mentira, por tanto descuartizador, por tanto mercader, por tanta impunidad, por tanta mordaza a sueldo.
Sospecho que soy terrorista. He empezado a respirar sin pedir permiso, a pensar sin pedir permiso, a hablar sin pedir permiso y esto dicen, es el peor de los síntomas en una sociedad aterrorizada como la nuestra donde la palabra es la peor de las amenazas.





Silvia Delgado Fuentes
(Sopelana, Bilbao, España, 1968)
POETA/ESCRITORA/PROMOTORA CULTURAL
para leer + en POETAS SIGLO XXI

24 de mayo de 2021

Mireia Calafell, 3 poemas 3


Fotografía de Michael Kistler

CUATRO SEGUNDOS

Se pierde la confianza igual que se ganan los años,
de manera implacable y casi imperceptible,
un vacío que va cuajando en el fondo del fondo de la mirada
y que se percibe de vez en cuando así, temporalmente:
un, dos, tres, cuatro. Cuatro segundos te hacen falta ahora
para meter la cucharita en el café que has pedido
—que sea corto, que sea fuerte y sin azúcar—,
cuatro segundos, cuatro para abandonar la inspección
y creer que sí, creer a ciegas: estará limpia.



Fotografía de Brooke Didonato

GRAVEDAD

No será fresca la hierba que nos acoja
cuando se aproxime lento el último final
y el peso aplastante del universo estalle
sobre el vientre, un agujero negro.
Se te cerrarán los ojos segundos antes
de la fisura que compromete la ley,
y caerás y caerás y no habrá manera:
te irás y no habremos dicho el verbo
que nos era imprescindible conjugar.




Ilustración de Natalie Foss

TODAVÍA

Todo sobra en este verso
si no te regresa a casa.
Tan cierto, ya lo ves: todavía
escribir es esperarte.




Mireia Calafell 
(Barcelona, España, 1980)
Tantes mudes, 2014
Premio Lletra d´Or 2015
de Tantas mudasStendhal Books, 2017
Traducción del catalán al español de Flavia Company 
Leídos -y para leer más - en LA TRIBU 








18 de mayo de 2021

Agustina Ferrand, 3 poemas 3


Fotografía de Claire Luxton


ACTO DE FE

siempre está ahí
la opción de irse para siempre
y ante semejante oferta
cada "decidir quedarse"
es definitivamente
un acto de fe



Fotografía de Claire Luxton


DESENCUENTRO

mientras yo hacía un pacto con la confianza
ella hacía un pacto con el desapego



Fotografía de Claire Luxton

LAS MUJERES QUE SE BUSCAN A SÍ MISMAS

las mujeres que se buscan a sí mismas
son peligrosas
las he visto
tienen galaxias en el pecho
y no hay nada que las aparte de su destino
de lobas
las mujeres que se buscan a sí mismas
cantan como si estuvieran a punto de amarte
pero no te aman a vos
ellas sólo aman el misterio y la revelación
y se regocijan adentrándose en el bosque

las mujeres que se buscan a sí mismas
se hacen gigantes y si te quedás callado
mirándoles el pelo te volvés chiquito

no sé cómo decirte que me siento poca cosa
porque ni el mejor poema del mundo
se compara con una mujer que entiende
de luz y de oscuridades, de máscaras
y de energías

lo que estoy por decir es mentira
ojalá nunca me enamore de una mujer
que se busca a sí misma
porque las conozco
las mujeres que se buscan a sí mismas
son peligrosas


El mecanismo del besoPalabrava Editorial/




Ph  Victoria Vazquez
Agustina Ferrand 
(Santa Fe, Argentina, 1992)
Reside en Santo Tomé
de El mecanismo del beso, Palabrava Editorial/
para leer + en EMMA GUNST
para adquirir sus libros AQUÍ
su BLOG

16 de mayo de 2021

Paula Novoa, 3 poemas 3 (+2)


Fotografía de Lucy Blaire 

LA SIESTA

Habité en silencio mi infancia,
caminé en puntas
para no despertar a mi madre de sus siestas.
Cada tanto, extraño a la niña
que gritaba hacia adentro.



Fotografía de Lotta Törnroth

DESASOSIEGO

Mi tristeza vive en una jaula
la libero los domingos
sobre todo, los de enero
con el canto perturbador
de las chicharras.


Fotografía de Lotta Törnroth

3 A.M.

Un pájaro canta
como si supiera
que llevo una tristeza
tatuada como un nombre.


B O N U S  T R A C K (x2)

Fotografía de Carlos Pérez Naval

PROMESAS

I'm gonna love you till the heavens stop the rain,
I'm gonna love you till the stars fall from the sky,
For you and I

"Touch me", The doors

Tuve un amor en una isla
y, como a todos,
le prometí eternidad
¿quién soportaría
conocer la medida del amor
cuando comienza?
¿acaso sabe de su muerte
esta mariposa?


SANGRÍA

Unhappy girl
Left all alone
Playing solitaire
Playing warden to your soul
You are locked in a prison
Of your own devise

"Unhappy girl", The doors

Como un ritual
hacer un tajo,
dejar que gotee la herida
y, por fin,
llevar una cicatriz que valga la pena.









Ph Noelia Ceballos
Paula Luciana Novoa
(San Antonio de Padua, Bs. As., Argentina, 1976)
POETA/LICENCIADA EN LENGUA Y LITERATURA/
DOCENTE/PROFESORA/EDITORA/TALLERISTA
de Flores a mis muertos, Colección Precipicios, 
Prólogo y contratapa de Carlos Battilana
para leer MÁS y MÁS

15 de mayo de 2021

Rocío Mareno, 3 poemas 3


Fotografía de Vincent Bourilhon
SIEMPRE QUISE PEGAR A UN RICO

Desde que soy niña sueño 
con saltar a los palcos caros 
como una fiera, y escupir a los condes 
y demás gente estirada
y abochornar a un marqués, sonrojar 
a una duquesa y hacer un desplante 
a un príncipe, y blasfemar en iglesias

y agarrar de la pechera 
a un funcionario, y batirme en duelo 
como antaño (elige arma, 
cuenta diez pasos...) con un noble  

y asaltar, parche en ojo 
y armada hasta los dientes, un crucero



Fotografía de Vincent Bourilhon

EL FANTASMA EN EL ALTILLO

Tu queja es un falsete blanco
de ciudadano indignado
cívico y civilizado
que cree que elige su vida,
que compra y paga y no sabe
cuánto vale un café, un abrigo,
una cama, un techo, un trabajo,
una piel sin estigma,
un pasaporte, la palabra derecho,
un doctor que te diga
que todo está bien
que puedes seguir, que tu corazón
no estallará mañana
o la suerte que te prometa
que no morirás en la frontera
ni en la patera
ni tu vecina lapidada
ni tu hijo en la guerrilla
ni el sexo de tu hija en la navaja

Has estudiado
y eres leído y viajado
y eres culto y educado
y votas y te comprometes
y un fantasma vive en tu altillo,
se llama privilegio, te habita
y no lo has sabido hasta ahora



Fotografía de Vincent Bourilhon

EL AMOR TIENE OJOS DE PERRO 

Espero —en realidad me estremece
pensarlo— que nunca llegue 
el día en que no me quede nada,
que nada vea en el espejo,
nada por decir, nada por escribir, 
nada por leer, en que pierda las ganas 
y mis amigos hayan muerto
y claudique del último poema
y no revivan mis flores

Pero si llega ese día
desayunaré como siempre
me vestiré como siempre
saldré de casa como siempre
y un golden esperará mi regreso
porque el amor tiene ojos de perro

Y cuando esté preparada 
volveré con la fuerza que la vida 
me está enseñando a invocar
porque he de seguir de pie
como sea pero de pie en el ring 
hasta que se acabe el tiempo


 El amor tiene ojos de perro, Autoedición, 2020



Rocío Mareno - Rocío Martínez
(Madrid, España, 1986)
ESCRITORA/CORRECTORA EDITORIAL/ASESORA LITERARIA/
PERIODISTA/EDITORA FREELANCE
de El amor tiene ojos de perro, Autoedición, 2020
Prólogo de Pilar Cámara
para leer una entrevista en BLUE BIRD
hola@rociomartinez.net








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