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Obra de Alastair Magnaldo |
Yo venía del colegio.
Alegre bata y el pelo al viento.
Árboles pescando estrellas.
Nubes morenas.
Yo iba brisa por las calles
saltando por los charcos sin llave
hacia la cita chica de mis amores
que me allegaba aromas desde las flores.
Él vino y me cogió del talle.
Y la noche llegó, donde mi pecho se abre.
Y así se abrió mi camisa.
Y mis dos senos eran de palma y brisa
y sus manos peces de enero
fuertes y suaves como el viento.
Las manos y los senos así a escondidas
juntos y solitarios en otra vida.
Después llegué a la casa y toqué la puerta.
Y me salió mi madre y mi tía Berta.
Y me dieron de palos por lujuriosa.
Y el cuerpo en gloria
me lo llenaron todo de moretones
a punta de escobazos y de tacones.
Pero me cogió el sueño
con diamantes prendidos en los dos senos.
Virginia Grütter Jiménez
(Puntarenas, Costa Rica, 1929-2000)
POETA/ESCRITORA/ACTRIZ/DIRECTORA DE TEATRO/ACTIVISTA
Ya hemos pasado algunas por eso.
ResponderEliminarPero no lo hemos contado de una manera tan hermosa.
Saludos.
Precioso!
ResponderEliminarPrecioso...
ResponderEliminarA pesar de lo terrible esta contado de un modo muy bello.
Besos
Ana
Finalmente lo bello prevalece...eso es poesía. Abrazo!
ResponderEliminarHay que mirar el mundo con otros ojos. Pero hay que aprender.
ResponderEliminarQué bonito, qué bien sentido y expresado.
ResponderEliminarBesos, Emma.
Leí los poemas que pusiste tú y alguno más y me encantaron todos.
ResponderEliminar;-)